Seguidores de la Santa Muerte salen a las calles de México a exigir el libre culto

AGENCIA EFE 06/04/2009 01:20

El arzobispo de esta confesión, cuyo nombre oficial es Iglesia Tradicional Mex-USA, David Romo, denunció ante la prensa que en las últimas semanas se ha emprendido una campaña de persecución y violaciones a sus derechos con el derribo de 30 altares.

"En el estado de Oaxaca (sur) hay una persecución de todo quien sea devoto de la Santa Muerte y eso ya es una grave violación a los derechos humanos", explicó el predicador.

Romo apuntó que esta primera movilización, finalizada en el Zócalo capitalino, la mayor plaza pública de América Latina, es la primera de casi medio centenar de lo que calificó de "guerra santa".

El culto expresó recientemente su molestia por el derribo de altares por parte del ejército en la carretera de Nuevo Laredo (noreste del país) y la destrucción de una capilla en las cercanías de Tijuana (noroeste).

El arzobispo de la congregación, no reconocida por la Secretaría de Gobernación, encargada de acreditar oficialmente las religiones en el país, ha enviado cartas de protesta al Presidente de México, Felipe Calderón, así como a otras autoridades y legisladores.

"También estamos enviándolas a los tribunales internacionales y a la Unión Europea", añadió.

En tanto, decenas de fieles, incluyendo niños, mujeres y ancianos, se concentraron durante unas horas en la plancha del Zócalo con imágenes de la Santa Muerte y vestidos de blanco.

Los manifestantes corearon consignas contra de los altos jerarcas católicos y las autoridades mexicanas que niegan el reconocimiento a su fe.

"Eso es a lo que venimos, a que no nos quiten nuestra libertad de culto, cada quien tiene el derecho a ser devoto de quien uno quiera", sostuvo la creyente Mónica Gutiérrez.

"Yo soy curandera y solo hago magia blanca para tener trabajo, recuperar un amor o recuperar la salud. No dudo que haya mucha gente mal informada y la utilice para hacer cosas malas, pero eso también se cobrará para quien actúe mal", defendió.

Los creyentes de "La Niña Blanca", como se conoce ahora a la Santa Muerte, aseguran que ésta no hace "magia negra" y que tiene facultades para atraer o retener amores, conseguir empleo, gozar de buena salud y lograr la excarcelación de personas, todo "sin hacer daño a nadie".

Sus fieles adoran a una figura, hasta hace poco representada con rasgos esqueléticos y una guadaña, y ahora con tez blanca, rasgos delicados y larga cabellera.

Los creyentes, que sus líderes calculan ahora en unos cinco millones, frente a los dos millones que decían sostener antes, son sobre todo gente de barrios humildes.

Varios narcotraficantes y otros delincuentes han confesado públicamente que siguen esta fe.

El culto comenzó en la década de los años 40 en las áreas populares de Ciudad de México y después se extendió a todo el país.

Su principal templo está en Tepito, el "barrio bravo" por excelencia de la capital, centro del contrabando de la metrópoli.

El 10 y 12 de abril próximos los devotos de la Santa Muerte realizarán más protestas, una en la Basílica de Guadalupe, corazón del catolicismo mexicano, y la otra en un puente fronterizo de Nuevo Laredo.