Quiere evitar a toda costa ser juzgado en España. Por eso Sergio Morate, el presunto asesino de Laura y Marina, acaba de recurrir su extradición a España. Algo que solo retrasará su traslado.
El juez rumano que dictó esa orden cree que hay suficientes indicios contra Morate y que su seguridad en España está garantizada. El detenido había alegado que tenía miedo a posibles represalias de familiares de las víctimas.