Rajendra Sisodiya es el jefe del pueblo indio de Badi, un puesto que previamente ocupó un primo suyo, quien se quitó la vida hace dos meses. Su madre y un hermano también se han suicidad. Con una población de 2.500 habitantes, se han registrado más de 350 suicidios en las últimas dos décadas. Y en los tres primeros meses de 2016, 80 habitantes se han quitado la vida.
Según recoge The Times of India, cada casa de la localidad ha sufrido esta situación. "Hay 320 familias en nuestro pueblo y al menos una persona de cada una de ellas se ha suicidado" afirma Sisodiya.
El jefe del pueblo atribuye las muertes a "una presencia demoniaca" en el lugar, pero los psiquiatras consultados apuntan a causas racionales debajo de este alto ratio de suicidios.
Uno de ellos, el dr Srikanth Reddy, afirma que estos episodios están relacionados con la depresión y la esquizofrenia, posiblemente debido al exceso de pesticidas, aparte del estrés financiero.
"La depresión no es algo que la gente aquí pueda identificar con facilidad. Cuando son incapaces de encontrar una razón, lo asocian a fenómenos explicables localmente, como una 'presencia demoniaca'" y añade que el asunto necesita de la atención urgente de las autoridades.
Este doctor también apunta a los pesticidas como posible causa y se refiere a un caso ocurrido hace algunos años en China, donde un gran número de agricultores se suicidaron. En aquella ocasión encontraron que los insecticidas empleados contenían un alto grado de toxicidad que afectaba al cerebro produciendo depresión.