El testimonio del menor implica como cómplice al hermano de Miguel Carcaño

INFORMATIVOS TELECINCO 20/02/2009 00:00

Enrique Álvarez ha asegurado que la desaparición de Marta del Castillo es un "caso de libro; hay una víctima, un autor de la muerte y varias personas implicadas". Ha asegurado que tienen "pruebas irrefutables generales" contra los detenidos Miguel Carreño, Samuel, el Cuco -el menor de 15 años- y Javier, el hermano del asesino confeso, que no ha desvelado porque permanecen bajo secreto de sumario.El agente sí ha explicado que "el cenicero -con el que Miguel golpeó a la joven- no ha aparecido, pero sí transfirió la sangre de Marta a la ropa de Miguel, donde él lo escondió. "Esto fue clave en la investigación", ha sentenciado el agente.

Tanto Miguel como Samuel y el Cuco le han indicado a la policía, por separado y acompañados por sus abogados, el mismo lugar, como el sitio donde arrojaron el cuerpo de Marta. Se trata del puente que va a Camas a la altura del Charco de la Pava. Álvarez Riestra ha explicado que hay un "99% de posibilidades de que esto sea cierto", ya que cabe la pequeña opción de que los tres se pusieran previamente de acuerdo sobre lo que iban a contar a la policía. La policía no ha desvelado el móvil por respeto a la familia y porque sólo tienen la versión del asesino confeso. Sólo saben que la joven "fue voluntariamente" a la casa familiar de Miguel en su moto "a recoger unos CD".

Qué pasó realmente

Desde el lunes 26, la policía realiza "vigilancias de 24 horas a los principales sospechosos". El Jefe Superior de Policía ha relatado que Miguel se fue de casa de su novia en moto para ver a Marta en el barrio sevillano de Tartessos. Allí esperó un rato hasta que a las seis recogió a la joven. Durante la tarde vieron a varios amigos en distintos lugares de la ciudad. El último sitio que visitaron juntos fue el puente de Triana y de ahí se fueron al domicilio familiar de Miguel en la calle León XIII.

Una vez en la vivienda, discuten y en un impulso Miguel le golpea en la cabeza con un cenicero y Marta cae al suelo. Él llama a Samuel y al Cuco desde el teléfono público que hay frente a la casa para que le ayuden. Samuel llega en un polo blanco. Entonces coinciden en la casa los cuatro detenidos y el cuerpo de Marta.

Envuelven a la joven en una manta y la meten en el asiento trasero del coche. Desde allí se van al puente que une Camas y Sevilla, a la altura del Chaco de Pava, y se deshacen de Marta y del cenicero. Después Miguel, que ha ido en su moto, se va a Camas y los otros dos en el coche se van para Sevilla.

Contradicciones

La policía ha explicado que Marta no pudo ir a su casa a las nueve de la noche del día de su desaparición, porque a esa hora ya había sido agredida. Esta teoría -una certeza para los agentes y no una corazonada, ni intuición- no concuerda con lo que contaba su padre poco después del 24 de enero. Antonio del Castillo dijo que su hija pudo volver a casa aquella tarde porque su bolso estaba en la vivienda y porque el router estaba encendido y él lo había dejado apagado.

En aquel momento, los padres sostenían que la niña habría subido a casa y habría bajado al portal porque alguien la habría llamado al porterillo o al teléfono. Esta teoría coincidía con la de una vecina que dijo haberla visto y saludado en el portal y que Marta parecía esperar a alguien. Sin embargo, la policía hoy por hoy descarta esta posibilidad con toda certeza. No obstante, ha agradecido la colaboración ciudadana en todo momento.

Enrique Álvarez Riestra ha explicado que el caso aún no está cerrado. "Primero hay que encontrar el cuerpo" y después analizar y procesar todas las pruebas, que "llevará su tiempo", ha comentado el jefe de policía, que no descartan más declaraciones o interrogatorios. Ha recalcado que en aquella fecha el tiempo era infernal y que después de esas condiciones meteorológicas ningún perro hubiera detectado rastros humanos.

La defensa cree que los hechos no están claros

La defensa de tres de los imputados en la muerte y desaparición de la joven Marta del Castillo creen que los hechos no están tan claros como han expuesto hoy la Policía y el juez y destacan que ha habido muchos testimonios falsos o interesados, como el del menor de edad acusado.

Antonio Jiménez Almagro, defensor del presunto autor material de la muerte, Miguel C.D., ha dicho a Efe que no entiende por qué el juez de instrucción 4 da credibilidad al menor imputado, Javier G.M., de 15 años, que sitúa en el lugar del crimen a los otros tres acusados, pese a que quienes le conocen saben que es muy influenciable. Por su parte, Manuel Caballero, abogado de Samuel B.P., el joven de 19 años que presuntamente ayudó a tirar el cuerpo de Marta al Guadalquivir, ha destacado que "en ningún momento del auto de prisión se dice que existan pruebas físicas, genéticas o de ADN" contra él.