"Las condiciones meteorológicas no eran las adecuadas, por lo que ordenamos desviar las aeronaves a otros puntos de los que pensábamos que encontraríamos cuerpos", explicó el director del Departamento de Control del Espacio Aéreo de la Fuerza Aérea, brigadier Ramón Borges Cardoso, en una rueda de prensa en Recife (noreste).
De los 228 ocupantes del avión, los navíos brasileños y franceses han rescatado hasta este momento 41 cadáveres, encontrados flotando en el mar, en una extensa área al noreste del archipiélago deshabitado de Sao Pedro y Sao Paulo y a cerca de 1.300 kilómetros del litoral brasileño.
La Armada brasileña considera que las corrientes marinas pueden haber desplazado los restos y cuerpos restantes hacia el norte del punto en el que se cree que ocurrió el accidente, ya fuera del límite de las aguas jurisdiccionales brasileñas y en el área de control aéreo de Dakar (Senegal).
Según Cardoso, las condiciones del tiempo mañana serán buenas para que los navíos continúen buscando en esa zona del mar, aunque las condiciones de visibilidad serán "bajas" para las aeronaves que apoyan la operación.
Por tanto, mañana y el viernes las tareas de búsqueda continuarán siguiendo el mismo esquema y solo entonces las autoridades militares harán un compendio de lo que se ha encontrado hasta el momento.
No obstante, según Cardoso, se va a continuar buscando a las víctimas y restos del Airbus "por lo menos hasta el día 19", cuando se considera que las distancias a puerto sean aún "aceptables", tanto para las aeronaves como para los barcos.
"Es el tiempo en que nos imaginamos que todavía habría posibilidad de recoger cuerpos", dijo el jefe militar, quien agregó que ese periodo de diez días puede ser extendido.
Los primeros 16 cadáveres rescatados permanecieron hoy en la base insular de Fernando de Noronha hasta cerca de las 19.30 hora local (22.30 GMT) y entonces, con unas cuatro horas de retraso en relación al horario previsto, fueron trasladados a Recife en un avión Hércules C-130.
"Las tareas de tratamiento (de los cadáveres) han demorado mucho más de lo esperado", comentó Cardoso, en relación a las primeras pruebas para la identificación de las víctimas, que comenzaron en la mañana del martes.
En la base insular se extrajeron muestras de ADN de los cadáveres, se les tomaron las huellas digitales, se les sometieron a diversas pruebas forenses para agilizar las tareas de identificación y se separó y catalogó las ropas y objetos que portaban.
Una vez en Recife, el Instituto de Medicina Legal (IML) se encargará de realizar la autopsia para identificar las causas de su muerte, mientras que las pruebas de ADN se harán de forma paralela en la sede de la Policía Federal en Brasilia.
El responsable militar consideró que solo después de que se concluyan los análisis en el IML de Recife, se podrá hacer "alguna identificación".
"Después de terminar el trabajo en Recife se contactará a las familias", dijo Borges, quien señaló que hasta ahora ninguna familia ha pedido que se le permita el acceso a las tareas de identificación.
Los otros 25 cadáveres recuperados hasta hoy están en la fragata Bosísio, que navega hacia Noronha adonde debe acercarse mañana para que dos helicópteros recojan los restos y los lleven hasta el archipiélago.
En las búsquedas participan 14 aeronaves, doce de ellas brasileñas y dos francesas, así como cinco navíos brasileños y la fragata gala Ventose.
En los próximos días se incorporarán a los trabajos otros cinco navíos franceses, aunque el grueso de ellos, con el submarino nuclear Émeraude a la cabeza, se dedicarán principalmente a la localización de la caja negra, que podría estar hundida a una profundidad de entre 3.000 y 3.500 metros.
Según Borges, también se sumará a las operaciones el navío de desembarco brasileño Doca Río de Janeiro, que llegará la próxima semana al área del desastre procedente de Haití, donde participaba en operaciones de mantenimiento de la paz, con 363 marineros y dos helicópteros.