Los responsables del centro han explicado que no hay nada de qué preocuparse, alegando que es común que los tigres engorden durante los meses de invierno. El exceso de peso, añaden, se reduce en verano, según informan desde el portal Metro.
Sin embargo, la Fundación 'Nacidos Libres' (Born Free Foundation), una de las organizaciones líderes en conservación, está totalmente en desacuerdo. Según Will Travers OBE, el presidente de dicha fundación, "estos tigres aparecen muy obesos, un indicativo de una dieta inapropiada y antinatural, inadecuada para los animales en cautiverio". Por eso, añade que el aspecto de los animales "no es divertido o 'mono': estos animales están enfermos".
No es la primera vez que se habla de las irregularidades en el cuidado y alimentación de los tigres en el Parque de Harbin. Un artículo publicado en 2015 en News.com.au, ya daba cuenta de cómo hasta los turistas pagan por alimentar ellos mismos a los tigres con trozos de carne, a veces torturando a los felinos manteniendo la comida fuera de su alcance. "Los turistas incluso compran pollos vivos para dárselos a los tigres, lo que explicaría la obesidad de los animales", añade.