Tráfico celebra 50 años de éxitos en la reducción de siniestros en carreteras

AGENCIA EFE 17/06/2009 16:00

Desde que estos dos cuerpos iniciaron su trabajo, España se ha ido llenado de vehículos hasta contabilizar los 30.000 millones de la actualidad, aunque hasta la década de los setenta no apareció el primer mensaje alusivo a la necesidad de usar el cinturón de seguridad, mientras que el lema del primero de la DGT, de finales de los cincuenta, fue: "De noche todos los carros son pardos", rememoró hoy en un vídeo la DGT.

A partir de entonces, las, cada vez más llamativas, campañas de seguridad vial que inauguró en los ochenta Stevie Wonder con el conocido eslogan de "Si Bebes, No Conduzcas" y las mejoras tecnológicas introducidas tanto en los vehículos como en las carreteras no han cesado.

A ellas les ha acompañado una batería de cambios legislativos que han culminado con la "revolución" del permiso por puntos.

Todo ello ha contribuido a la disminución de la siniestralidad vial, según se destacó hoy en el acto celebrado en la Delegación del Gobierno en Canarias con motivo del 50 aniversario de la creación de la DGT y de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico.

Antes de presidir el evento, la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, recordó que los accidentes en carretera ocurridos en las Islas en 2008 disminuyeron un 50 por ciento respecto a los registrados en 2007, al tiempo que destacó las labores de auxilio en carretera que estos trabajadores han desarrollado durante "media vida".

Por su parte, el director provincial de Tráfico en Las Palmas, Jaime Moreno, recordó que cuando se creó la DTG, en 1959, en esta provincia había 5.000 vehículos y 3.000 conductores, cifras que hoy se han elevado hasta los 700.000 vehículos y los 500.000 conductores.

Moreno afirmó que los cien funcionarios adscritos a las oficinas de Tráfico en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura atienden a más de mil ciudadanos al día, con un tiempo medio de espera de ocho minutos.

El vídeo de la DGT proyectado en el acto de hoy recordó que en la década de los setenta, cuando España contabilizaba 4.470.000 vehículos y 7 millones de conductores, fue cuando aparecieron los primeros asientos infantiles para coches y los ABS, sólo para modelos de lujo.

Ya en los ochenta, con más de 4.000 muertos en carretera al año, se hizo obligado el uso del casco en las motocicletas y la seguridad comenzó a ser un valor añadido en los vehículos.

La aprobación, en 1989, de la Ley de Tráfico puso los cimientos de un profundo cambio en la concienciación social de los españoles que, con la llegada, en los noventa, de las Olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla, vieron cómo a medida que se construían más autopistas, la publicidad incitaba a comprar coches cada vez más potentes.

Ante esta situación, la DGT intensificó la vigilancia y se aprobó el nuevo reglamento de circulación, que fijó el límite de velocidad en 120 kilómetros en las autopistas y en 50 en ciudad. Poco después vio la luz el primer Plan Prever.

La llegada de la Era Digital y la expansión de Internet también benefició a la carretera y a sus usuarios, que vieron cómo las vías se llenaban de paneles inteligentes, radares fijos, centros de control y gozaron muy pronto de todos los sistemas de ayuda que la tecnología les facilitó dentro de su vehículo.

Sin embargo, todos estos avances tecnológicos comenzaron a ser también la causa de numerosos accidentes de tráfico, ya que el uso del móvil o la consulta de un GPS figuran en la actualidad entre los motivos más comunes de siniestros en carretera.

En cualquier caso, la DGT destaca que en los últimos años ha habido un cambio de valores muy importante de la sociedad española sobre la necesidad de conducir con seguridad.

Tal es así, que a la hora de comprar un vehículo en la actualidad se antepone, como regla general, el consumo que éste realiza y la seguridad que ofrece a su potencia.