Los trabajadores de la empresa 3M, que mantuvieron retenido a su máximo responsable desde la pasada noche, prometieron no soltarlo hasta que no se lograra un acuerdo más favorable para los 110 empleados que van a despedir.
Este jueves, sin embargo, tras tres horas de negociaciones, Luc Rousselet pudo salir del despacho donde había buscado refugio, entre los abucheos de los trabajadores presentes, que lo retuvieron para intentar que los propietarios estadounidenses de la firma aumenten las indemnizaciones por despido.
Los representantes sindicales indicaron que se firmó un protocolo de acuerdo con la dirección de 3M-France para reanudar las negociaciones este jueves por la mañana.
El encierro se produjo cuando el directivo, director industrial de la filial estadounidense en Francia, se atrincheró en la oficina ante la visita de algunos trabajadores, que finalmente han decidido no permitir su salida.
La compañía farmacéutica y química justifica los despidos por una caída constante de la demanda.ZA/EB