Uno de los trucos más sencillos pero más eficaces es colocar un imán en el tacógrafo de manera que no se contabilizan los kilómetros y a la hora de chequear el aparato es como si el camión hubiese estado parado. Las multas para los que recurran a este engaño pasan de los 4000 euros por lo que se considera una infracción muy grave y es el propietario del camión el que debe pagarla.
En España hay medio millón de camioneros que pertenecen al gremio del transporte pesado. La ley prohíbe que conduzcan más de nueve horas al día, salvo dos días a la semana que pueden conducir hasta diez. Cada cuatro horas y media, como máximo, debe hacerse una pausa de 45 minutos, a menos que se tome un periodo de descanso más largo, pero algunos burlan estas prohibiciones y se arriesgan. Además del truco del imán existen complejos sistemas electrónicos que algunos mecánicos instalan y por los que se llega a cobrar, según la propia Guardia Civil, hasta 1800 o 2000 euros.
A partir de 2010 la nueva legislación de tráfico determinará que quien se atreva a trucar el tacógrafo tendrá una multa de 500 euros y se quedará sin seis puntos del carnet, la sanción será para el propio conductor.
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