Victorino pincha en Sevilla

MUNDOTORO / INFORMATIVOS TELECINCO 23/04/2009 19:59

En plata: la peor corrida presentada por Victorino en Sevilla. Sólo el cartel tapó sus carencias de trapío en el reconocimiento por tratarse de un mano a mano inédito, reventa por las nubes. Porque esta disputa de sevillanos de pro merecía otro tipo de toros. Luego salen como salen y los toreros están como están. Luego de la presencia, corrida escasa de todo, unos de fondo, otros de bravura, uno como toreado, el sobrero. Y medio dejándose el quinto y el cuarto noblemente sosito, sin fondo, a menos y terminando con la cara por las nubes. En fin. El cartel esperado puede ser el más lamentado, pero animar a priori a que esto suceda es una torpeza. Hay cosas que no se entienden.

Las dos horas de corrida se sujetaron porque en esta plaza hay paciencia . Espera. Un conato de rivalidad en dos quites al cuarto, dos lances por delantales y una media de Morante y réplica de El Cid por el mismo son. Luego, una faena de muleta basada en la zurda que prometió más de lo que nunca pudo ser. Fue el segundo de El Cid el toro más alto de cruz y de menos cuello y la tomó sosito, como sin querer, metiendo bien la cara y terminando el muletazo por arriba de tal forma que, en el segundo y, sobre todo en el tercer pase el cite era imposible por la situación de la muleta y la altura de la cara del de Victorino. Además el cárdeno fue acortando sus pasos hasta terminar con la cara por las nubes. Esa fue la opción que tuvo el de Salteras toda la tarde. Muy poco.

Luego el momento cumbre de la tarde, a la salida del quinto. Quizá el toro más en tipo y de mejor presencia y cuajo al que Morante toreó a la verónica de una forma que jamás hayan toreado a un Victorino en la historia de esta ganadería. Sobre todo los cuatro lances finales, ganado terreno hacia los medios, echando el capote adelante, embarcando, y rematando con una gran media. Público en pie. Pero poco más. Ya tardeó el toro en el quite y en la réplica de El Cid y lo bueno que apuntó fue por el pitón derecho, pero para provocarlo mucho (Morante lo citó muchas veces al pistón y a la voz) y siempre sin meter la cara del todo. Un torero inicio con ayudados por alto con ese sabor particular y luego a fajarse. Más de una y de dos y de tres veces se paró el toro en el embroque, sobre todo en los de pecho y el de la Puebla no rectificó. Incluso de afanó por torear con la zurda, el peor pitón, hasta que el toro confirmó su desfonde.

Poco más. Uno que abrió plaza y que por delante tuvo más plaza que los demás. Sería el toro bonito de una corrida normal. Descastadillo y mansurrón, uno reponedor y ágil, el tercero, con los que Morante pasó el trámite usando la espada de forma deficiente. Los otros dos de El Cid fueron el segundo, toro sin trapío y orientado y el sexto bis (el titular regresó a chiqueros por falta de fuerza, pero a fuerza de ser justos, tenía las suficientes) toro escaso y que, humillando mucho en el capote , fue el peor, como toreado. Le pegó una monumental voltereta al El Cid y en la muleta le pucho echar mano varias veces. Como toreado de malo que fue. En fin, tantas semanas de cábalas para tan poco: que si el Cid le pega un repaso, que si Morante va a correr, que como e meta uno la cara… Hola. Hasta luego.

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