La marca de Wolfsburgo, que en el 2009 copó con los Race Touareg con mecánicas diesel los dos primeros puestos de la general final de coches, defenderá el triunfo obtenido por el sudafricano Giniel de Villiers. El estadounidense Mark Miller acabó segundo, mientras que el español Carlos Sainz tuvo que abandonar por un accidente cuando tenía la carrera en el bolsillo.
Martin Winterkorn, presidente del comité ejecutivo del Grupo Volkswagen, señaló en un comunicado que el éxito en el 2009 ha contribuido a que la marca "brille aun con más intensidad en el mundo entero".
"Nuestra participación en esta carrera es una buena inversión para el futuro de la empresa y por eso hemos decidido competir de nuevo en el Dakar del 2010", agregó sobre la prueba que se disputará del 2 al 17 de enero de nuevo en Sudamérica.
El jefe del equipo, Kris Nissen, señaló que está confiado en repetir el triunfo del 2009: "Tenemos unos pilotos rápidos, un coche fiable y un equipo con experiencia. Eso es todo lo que necesitamos para competir de nuevo en el Dakar".