Jesús Vázquez fue el encargado de leer el comunicado de la cadena y de la dirección del concurso en el que se explicaba en parte la ausencia de Risto. A partir de ese momento todos los presentes se paralizaron, algunos por la alegría y otros por la tristeza.
Pero Risto se fue y sin decir adiós. La Gala guardó una tensión muda sobre esta marcha y nadie dejó caer ningún comentario para así no dar pie a cualquier tipo de polémica, teniendo en cuenta que para un noche sin el polemista por excelencia, era mejor guardar silencio.
Aunque en el chat que los 'triunfitos' realizaron con los profesores y los 'ex triunfitos' invitados tras la Gala, tampoco se desahogaron y comentaron la desaparición de Risto. No hubo declaraciones de alegría o alivio por haberse librado de los veredictos del miembro del jurado más duro, pero lo que si hubo fue mucha ironía y juego, sobre todo juego.
Ángel Llácer enseñaba a la cámara un rincón antológio de 'OT' en el que tenían de 'exposición', entre otras cosas, un 'mini muñeco' de Risto. Su cara aparecía pegada a una especie de muñeco que bota con un ritmo ante todo gracioso. Llácer era el primero en jugar con él y Manu Guix le animaba para que le "aplastara".
La broma estaba servida y Sandra, 'ex triunfita' de la última edición y que participó en la Gala 11, era la siguiente en coger a Risto para divertirse un rato y hacer saltar las carcajadas de los demás. Anteriormente, Llácer ponía un vídeo en el que Sandra opinaba durante un chat de 'OT' del año pasado sobre las 'ristadas' de su edición. En esta ocasión, Sandra cambiaba el nombre a Risto y le denominaba "rata" y en un ataque de euforia, corrió para hacerse con el 'muñeco' de Risto y marcarse un baile con él. Todos disfrutaron de lo lindo con este momento.