Seis finalistas

METRÓNOMO 25/06/2008 09:10

Emocionante Iván

Iván se fue dejándonos la sensación de haber sido el alma de esta edición de Operación Triunfo. Además lo hizo en una noche en la que estuvo emocionante, devorando y dejándose devorar por la cámara, dejándose querer por ella como un amante apasionado. Iván es un amante inseguro y exigente consigo mismo, al que solo le tiembla el pulso en el momento del clímax. Anoche en su segunda intervención sobre el escenario, supo contener su emoción hasta las últimas líneas de su canción, en que volvimos a ver temblar su mano, como una expresión máxima de entrega, la nada dudosa comprobación de que canta desde muy adentro, y muy adentro llega con su voz.

Abandonó esta academia un artista grande y completo, que ojalá tenga toda la suerte del mundo y esté a ese lado durante mucho tiempo, ya sea en televisión o encima de un escenario, que igual da. Fue además la alegría de la academia, como dijo acertadamente un Jesús Vázquez al que se le adivinó la decepción cuando abriendo el sobre, y al ver el resultado de la votación, no pudo evitar soltar un clamoroso "¡qué fuerte!".

Por momentos, las circunstancias nos fueron convenciendo de que Iván podía quedarse, formando parte merecidamente de los seis finalistas de este programa. El que Evaristo (le llamaron así Llàcer y Guix, en adorable guiño) dijese que merecía más pasar a la final Iván que Virginia, o la aplastante mayoría de público afecto a aquel concursante, parecía querer indicar que podía ser el elegido, pero no fue así.

La explicación de lo del miembro del jurado que dio tres puntos a Pablo y nueve a Virginia pero anoche animaba a votar por Iván, probablemente tenga que ver con la conveniencia de agitar la caja de caudales para animar al público votante hacia ella y así engordarla convenientemente. Es definitiva Evaristo es un trilero de nueva ola, o más simple aún, el gancho del trilero, dicho en tono de evidente de humor y utilizado como un símil, de esos que a él tanto gustan. Hasta en su despedida estuvo inmenso Iván, ya que tuvo agradecimientos para todos, compañeros, profesores, los cuatro miembros del jurado, y especialmente a Noemí Galera y a Mónica (corresponsables de las primeras fases de 'castings'), a la que fue a besar saliéndose de plano. Luego la emotiva despedida de sus compañeros, en la que abrazó a Virginia con cariño, lo mismo con un Manu al que le caían los lagrimones, y finalmente un abrazo colectivo para sus cuatro amigos. Elegancia y coherencia en dosis iguales, diría que en las justas dosis.

Y después se sinceró

Luego vino un 'chat' dedicado en exclusiva a Iván, a modo de larga entrevista en la que Àngel Llàcer desempeñó a la perfección el papel de provocador, procurando que Iván se encontrase lo suficientemente a gusto como para contar su verdad. Y vimos a un Iván poco cínico, que llamó a las cosas por su nombre, que evidentemente no es el mismo nombre que le darían otros. La visión de Iván coincide bastante con la que algunos tenemos, si bien en su caso tiene una percepción mucho más ajustada a la realidad ya que no todos tenemos el privilegio de poder traspasar la puerta del dormitorio.

Habló Iván de la Virginia calculadora, de las dos caras, de que ha explotado injustamente un fácil victimismo, para lo cual ha contado con inestimables ayudas externas, las mismas que han desestabilizado la convivencia en esta academia. Está claro que no piensa así mucha gente, pero eso no ha de ser óbice (ni valladar ni cortapisa, que decía un conocido periodista) para que Iván cuente la feria según le fue en ella, que en definitiva es lo que hacemos todos.

Virginia estuvo elegante al comentar, antes de cantar el que sería su tercer tema de la noche, que era consciente de que Iván merecía también estar en su puesto, igualmente cuando le besó con cariño justo un momento después de que Jesús comunicase en nombre del sexto finalista. Pero no estuvo tan fina cuando escuchando el griterío del público, que casi unánimemente repetía el nombre de Iván, ponía cara de desdén y preguntaba a media voz "¿Iván?", como diciendo ¿pero sois tontos o qué? Es una expresión habitual en la sevillana, que mira con frecuencia a los de su alrededor con altanería y desprecio.

Dieciséis canciones

Iván emocionó más de lo que era previsible con su 'Garganta con arena', mejorando notablemente lo que había sido su interpretación del tema en los pases de micro. Por contra, Virginia estuvo en una permanente "dudosa afinación", como señaló Llano parafraseando a la Noemí de hace un par de temporadas. A pesar de ello, la 'niña azul' (me sigue estremeciendo esa denominación con ecos tan sectarios) dio muestras de estar superando el miedo escénico, y salvo en los primeros compases de su canción apenas se le escuchó la voz temblorosa que tanta inseguridad transmitía gala tras gala.

En su segundo tema el temblor había desaparecido por completo, pero la vi rota, a punto de derrumbarse tras haber escuchado a un Risto simulando que le daba la espalda, así como el apoyo masivo del público que ya he comentado. El tema repetido de la gala cero fue otra cosa, quizá porque venía de saber que era la sexta finalista, lo cual la pudo ayudar a firmar una actuación de altísimo nivel, en la que estuvo finalmente convincente. Atendiendo a su última actuación yo avalaría a Virginia sin dudarlo, pero tomando como base la primera siento muchísimo decir que no pude evitar sentir vergüenza ajena al pensar en verla finalista.

En cuanto al resto de actuaciones vi mejor que en los pases previos a Sandra, a pesar de lo cual prefiero no imaginarme que estaría pensando Mónica Naranjo (madrina de esta edición) si estaba viendo la actuación desde el sofá de su casa. Mimi me sorprendió positivamente, como casi siempre, a pesar del desconsiderado juicio de Llano, que la llamó hortera directamente. Por su lado, los tres chicos estuvieron perfectos a mi juicio, por lo que también me pilló con el paso cambiado la valoración del jurado a un Manu repleto de recursos, al que Evaristo puso a caer de un burro y Noemí le dio su aviso preferido, ese "ponte las pilas" que tanto le gusta y referido en esta ocasión a su capacidad para expresarse en público.

Está claro que Noemi, como el resto del jurado, no ve este programa (salvo las galas, ¡faltaría más!) porque precisamente el día anterior vimos esa especie de confesionario con Manu, donde se expresaba incluso como un adulto de mayor edad que este benjamín de la academia, y además no hace falta más que ver sus opiniones durante los visionados de galas para darse cuenta que dicha advertencia no procede.

Y una aclaración necesaria

No quiero extenderme mucho más pero me parece inconveniente dejar pasar la aclaración hecha por Virginia a las imágenes vistas en un programa resumen de esta semana, donde dice aquello del "bicharraco" o "lagartijo", además de esa frase de una serie infantilmexicana: "no contaban con mi «astusia »". Un rótulo daba a entender que se estaba refiriendo a Chipper, cuando anoche mismo la interesada afirmaba que estaba dirigido a una lagartija que había visto un momento antes en la terraza de la academia. La pregunta que le hicieron en elchat fue especialmente oportuna para que quedase aclarado el error, y particularmente el Metrónomo (que no había hecho comentario a esas palabras de Virginia por no darlas significación alguna) se alegra de haberse enterado que Virginia no ha sufrido ninguna picadura, al menos no una picadura de insecto porque algún que otro bocado si que se está escapando en esta fase final del concurso.