Emily besa a Jack Porter

telecinco.es 08/07/2012 19:38

El beso de Emily a Jack, quizás el acto más sincero que le hemos visto hacer al personaje en toda la serie, deja el terreno abonado para una relación plagada de obstáculos, ya que se supone que ella debe casarse con Daniel Grayson. Porter, por su parte, ha reconocido que, con Sammy, ha muerto lo último que le unía a la falsa Amanda Clarke (o 'fakemanda', como la llaman algunos fans anglosajones), de la que no hemos vuelto a saber desde que se fue en el coche de Takeda. Por si esto fuera poco, la siempre indiscreta Ashley ha sido testigo de su acto de amor desde la ventana.

Buscando al 'hombre del pelo blanco'

Además, Emily le tiende una trampa a Conrad para hallar al asesino de su padre. Su plan consiste en enviarle un vídeo anónimo con escenas de ella durmiendo con Daniel, con la esperanza de que el magnate contacte con este misterioso hombre del pelo blanco. La estratagema funciona de maravilla y los dos peores enemigos de Thorne se dan cita en un lugar público. Es el momento en que Nolan aprovecha para seguir al sicario hasta su casa.

Nolan engaña a Emily, loca por acabar con la persona que mató a David Clarke, y le hace seguir una pista falsa. Mientras tanto, él toma el papel del héroe e instala una cámara en el domicilio del asesino haciéndose pasar por un instalador del cable. Lógicamente, este hombre de fría mirada no se traga ni la actuación ni el bigote postizo del muchachito y le rastrea hasta su domicilio, dejándole incosciente.

El hundimiento de la casa Grayson

Nuevo giro al "espectacular fallo matrimonial" (como él mismo lo define) de Conrad y Victoria. Harta de la incompetencia de la Comisión de Valores, la señora Grayson trata de recopilar por ella misma pruebas que inculpen a su ex marido y a su empresa. Y las encuentra, detrás de un cuadro que Conrad ha puesto junto a su despacho.

Cada vez más metido en la órbita de Conrad, Daniel comienza a hacer 'trabajos sucios' para su padre. Al empezar el día le entrega un cheque de un millón de dólares a Jack Porter para comprar su silencio. Sin embargo, su mayor hazaña consiste en aprovechar la debilidad que su madre siente por él para arrebatarle el maletín con las comprometedoras pruebas.

Con este panorama en casa, Charlotte cada vez está más descentrada. La terapia en familia sólo saca a la luz lo peor de cada uno de sus miembros. Desesperada, busca consuelo en brazos de Declan, pero le encuentra muy bien acompañado con otra compañera de clase. Su único refugio, una vez más, está en las drogas.