Rosa Benito: "No me gustaría volver a una guerra, por mi salud tengo que pararlo"

telecinco.es 02/12/2014 19:07

Ya lo anunciaba Kiko Hernández: Rosa Benito y Amador Mohedano van a compartir lugar de trabajo. Concretamente, Amador se ha convertido en uno de los asesores del amor de ‘Mujeres y hombres y viceversa’ con lo que podrá coincidir con Rosa Benito en lugares como maquillaje, cafetería…

María Patiño quería saber cuál iba a ser la primera reacción de Amador tras ver a Rosa y él era irónico: “Tiemblo”, decía. De su relación con Rosa no quería dar detalles pero sí decía que hay cosas que cree “no se deben perdonar” y otras que sí. También hablaba de Jackie, a quien definía como “una buena compañera” y de la que añadía entre bromas que es una amiga “con derecho a roce”.

Pero ¿cómo ha reaccionado Rosa Benito? La colaboradora de ‘Sálvame’ conocía la noticia por sus hijos. No teme el reencuentro pero tampoco puede prever su reacción: “Igual le doy dos besos o le pregunto cómo está… son situaciones que hay que vivirlas”, decía. “Me ha dado alegría verle”, confesaba la colaboradora que también comentaba su cambio físico: “Lo he visto bien aunque me ha extrañado el color del pelo”.

Minutos después, Raúl Prieto, codirector del programa, comunicaba a Rosa Benito que ya ha pasado algo en ‘Mujeres y hombres y viceversa’, explicaba que Amador ha estado “más sincero y honesto” que de costumbre aunque habla “con bastante indiferencia" y “rencor” hacia ella.

Rosa Benito confesaba entonces que durante la reunión del programa se ha derrumbado, pero por otro motivo, sus problemas económicos: “No veo luz y me derrumbo, quiero vivir tranquila”.

“A mí no me gustaría volver a una guerra, por mis hijos y por mi salud”, decía Rosa derrumbándose y aseguraba que mentalmente no está bien: “Por mi salud tengo que pararlo, espero que si está en ese programa para sacarme de quicio, te juro por la gloria de mi madre que no lo voy a permitir”. Es más, la colaboradora aseguraba que le llamará “personalmente” si su intención es hablar de ella: “Tendré que ponerle las cartas encima de la mesa”.