Los colaboradores de 'Sálvame' han pasado una tarde muy emotiva recordando cómo era la relación que mantenían con sus padres cuando eran pequeños, y de ahí se ha derivado a las fiestas que montaban cuando estaban solos en casa. En estos momentos de nostalgia, Kiko Matamoros ha confesado que conocía a Lydia Lozano desde hace mucho tiempo, puesto que tenían conocidos en común y a él le gustaba una amiga morena de la periodista. Y, por otra parte, Lydia también se ha puesto melancólica al reconocer que estuvo enamorada de un amigo del colaborador. Pero las máximas confesiones han llegado cuando Jorge Javier ha formulado una inocente pregunta: "¿Habéis sido alguna vez novios?". En seguida Lydia ha saltado para dejar claro que no, pero Kiko aseguraba que ella siempre se había sentido atraída por él, incluso le había regalado una camiseta de 'Supermán' para mostrarle su amor. Pero aunque Lydia seguía manteniendo la postura de que quien le atraía a ella era su amigo, Kiko ha dado un paso más asegurando que entre ellos había habido tocamientos.
Matamoros ha explicado que en alguna ocasión en la que los padres de Lydia se iban a la sierra y ella se quedaba sola en casa invitaba a unos cuantos amigos, entre ellos a él. Y ha confesado que uno de esos días en los que él subía, porque le gustaba una de las amigas de Lydia, sucedió algo entre ellos. "Yo me dejaba querer por la que fuera con tal de estar con la morenita", afirmaba Kiko y aprovechaba para reconstruir cómo fue la situación.
Jurando por su madre muerta, Matamoros se tumbaba en una butaca para describir de qué manera se sucedieron los hechos. El colaborador aseguraba que tenía los pantalones bajados y que "las manos de las dos amigas no estuvieron precisamente quietas". "Yo las dejé que abusaran", decía Kiko poniendo énfasis en que con tal de estar con su amiga la morena le daba igual quién más se uniera al carro. Pero Lydia ha seguido manteniendo hasta el último momento que todo lo que decía era falso o que al menos ella no lo recordaba, sin embargo Matamoros le decía que no tenía por nada por lo que avergonzarse puesto que todo había sucedido cuando eran casi unos niños.