María Rodrigáñez, 49 años de edad, ha acudido al plató de 'Sálvame Deluxe' ha relatar cómo fue su relación con Jesulín de Ubrique. Un idilio que tuvo lugar mientras el torero estaba casado con María José Campanario. Es más, cuando ésta se encontraba embarazada. De hecho, según ha contado María, en no pocas ocasiones coincidieron los tres. Y se trata de un testimonio bajo presión, ha advertido, ya que Manolo Mayán, mozo de espadas de Jesulín, según ha dicho, la ha llamado por teléfono cuando se ha enterado de que iba a acudir a este plató. .
"Más que una relación fueron encuentros", ha dicho María. Y a continuación ha pasado a relatar cómo fue el primero de ellos:
"Mi primer encuentro con Jesulín fue porque me llamó el chófer de su cuadrilla por teléfono y me dijo que estaban en Roquetas de Mar, que si iba a ir, que la corrida iba a estar muy bien. Llegamos a la corrida, que estaba acabando, y fuimos al hotel. Yo me tomé una Coca-cola y vino él con otros toreros que estaban alojados. Entonces me dijeron que Jesús quería verme, me pasaron por la parte de atrás, por un ascensor que no usa el público, y subí a la habitación con él. Me preguntó cómo me llamaba, si estaba soltera. Y que le llamaba mucho la atención mi físico. Me dijo que quería que fuésemos amigos pero que tenía que ser una persona muy discreta".
"¡Y lo estás siendo!" -ha interrumpido Jorge Javier.
"Esto fue en 2006, no en 2010" -ha puntualizado ella, que también ha querido dejar claro que si María José Campanario estaba embarazada durante esos encuentros es un asunto que tampoco debería preocuparle a ella sino a él.
Siguiendo con su relato, ha contado que nunca se quedaba a dormir con él. Y que si cuenta todo esto es porque su nombre ha aparecido en televisión. Y no cree que deba ser la única amante porque ella no iba a todas las plazas.
Lo que sí ha reconocido es que al torero se le veía triste, falto de cariño. Y se ha deshecho en elogios hacia él: "Se siente me solo, en la distancia corta es encantador, no me hizo ningún regalo, pero yo no los quería, si estaba bien en la plaza, estaba mejor en la cama..."
A modo de anécdota, los colaboradores le han preguntado por el tamaño del pene de Jesulín: "Yo iba porque me gustaba verle torear. Tampoco iba pensando que iba a estar con él. A mí me decían que ciertos días no me podía ver porque estaba con su mujer".