‘No te hagas ese tatuaje/piercing que en unos años te arrepentirás’
Somos jóvenes, libres y queremos dibujar en nuestros cuerpos todos los detalles del mundo que nos rodea para que no se nos olvide nada. Pero… ¿qué pasa cuando años después comienzas a arrepentirte de ese dibujo de Hello Kitty? Pues que inevitablemente te dices… “Mis padres tenían razón”.
‘Este chico/a no es bueno para ti’
Una nueva ilusión te lleva a pensar que ese amor será para siempre y que nada lo destruirá hasta que llegan tus padres y te dicen que tu nueva pareja no es buena para ti. Con un corazón roto y después de muchas lágrimas derramadas, tienes que reconocer que… ¡ese chico/a no era para ti!
‘Llévate una Rebequita, que vas a pasar frío’
“Ponte una rebequita, que va a refrescar”, te dice tu madre antes de salir de casa. Pero piensas que, como siempre, exagera. Hasta que cae la noche y tus tiritones te hacen darte cuenta de que… ¡lo que dice tu madre va a misa!
‘No te subas ahí que te vas a caer’
Necesitamos un subidón de adrenalina y nos parece estupendo subirnos al punto más alto de nuestra casa. Pero una voz te avisa: “Como te subas ahí te vas a caer”. No es Pepito Grillo, son tus padres avisándote de algo que, inevitablemente, después sucede.
‘Sécate el pelo que te vas a constipar’
¿Y lo bien que se te queda el pelo cuándo se seca al aire libre? Pero lo cierto es que al final los padres tiene razón y lo de salir a la calle con el pelo empapado en medio del Ártico, no es buena idea. En la mayoría de los casos tú terminarás resfríado y tu madre o padre repitiendo la mítica frase: "Si me hicieras más caso..."