Fortu y Christopher reciben su mejor sorpresa y el cantante acaba en la tienda de campaña

telecinco.es 10/06/2015 01:25

María Luisa ha sido la primera sorpresa que ha recibido Fortu en una noche tan especial. La madre de Christopher ha sido la encargada de entregarle al cantante la ecografía de su nieta Nirvana, el bebé que está esperando su hija Ariadna.

Fortu ha cruzado una cortina convencido de que detrás de ella estaba su Yoli, pero se ha encontrado a Maria Luisa y le ha dejado claro que él es el papá de Christopher en la isla. Con cierta emoción, la madre de Christopher le ha contado a Fortu que no iba a poder acercarse a su hijo y que quería que le transmitiera un mensaje.

Maria Luisa no ha podido evitar emocionarse al hablar de su hijo y Fortu con ella, lo que parecía que iba a ser un encuentro divertido, se ha convertido en un encuentro lleno de emoción y emotividad.

Hecho un mar de lágrimas, Fortu ha cogido del brazo a Christopher y le ha contado que acababa de estar con su madre, quien estaba en Honduras y no iba poder verle. El joven al escuchar la noticia se ha roto por completo y se ha fundido en un dramático abrazo con su compañero. Mientras que los dos supervivientes lloraban como dos niños pequeños, Yoli, la novia de Fortu, y Maria Luisa, la madre de Christopher han aparecido en la escena cargadas con comida y una tienda de campaña.

Los jóvenes estaban tan afectados que ni se han enterado de su presencia hasta que no les han tocado. Al verlas, Fortu y Christopher han estallado de felicidad. Christopher se ha fundido en un tierno abrazo con su madre, mientras que Fortu ha saltado sobre Yoli y no ha parado de besarla ni un momento.

Christopher le ha aconsejado a su amigo Fortu que comiera algo antes de entrar en la tienda de campaña en compañía de su novia, pero el cantante de Obus no ha necesitado nada para disfrutar de la compañía de la persona que ama.

Yoli ha llegado a la playa cargada con una tienda de campaña y Fortu no ha dudado en darle uso. La pareja de enamorados ha aprovechado de la media hora de intimidad que la organización les ha regalado al máximo.