Un día tras las cámaras de 'Tierra de Lobos'

SANDRA SALINAS 16/09/2010 11:32

Llegar a los decorados de 'Tierra de Lobos' te obliga a cambiar de siglo. Los estudios, ubicados en Villaviciosa de Odón (Madrid), están divididos en una maraña de sets donde podíamos observar cómo el equipo técnico se distribuía por los platós, los maquilladores y peluqueros daban los últimos retoques, los actores repasaban el guión o ensayaban escenas, las paredes de los decorados se movían para abrir y cerrar estancias... Todo ello organizado en una coreografía coral, un engranaje perfecto.

Nosotros, equipados con cámaras de vídeo y fotos, focos, micrófonos, papel y boli, nos adentramos en el laberinto. Pasamos de una tetería ornamentada al más puro estilo árabe a una cueva en plena construcción y, por fin, llegamos a la tienda donde la actriz María Castro (Elena en la ficción) plantaba cara a un hombre de aspecto rudo, uno de los secuaces del Lobo, el malo de la serie. Casi interrumpimos el ensayo de la escena pero María, cómplice, mira a nuestra cámara y nos guiña un ojo.

Ensayada la escena comienza la grabación. María Castro intenta hablar con su padre y, ante su silencio, llora. Un pequeño niño pelirrojo se acerca y la consuela. Es su hijo en la ficción, se llama Javi y, ya entre bambalinas, nos cuenta que quiere verse en la pantalla de su ordenador, nos pregunta para qué servían nuestros micrófonos y confiesa que ha añadido un cuarto nombre a su lista de novias. María Castro le mira con ternura y le pide que salga junto a ella en la cámara, pero enseguida nos lo quitan. Hay cambio de secuencia, lo que conlleva un nuevo cambio de vestuario peluquería y maquillaje.

Aprovechamos el cambio de escena para cambiar de decorados. Recogemos los equipos y nos preparamos para recorrer los 170 kilómetros que separan los estudios de Madrid con los de Maderuelo, un pueblo segoviano donde se ruedan los exteriores de 'Tierra de Lobos'.

Nada más entrar comprobamos que el pueblo tiene nuevos habitantes: El equipo de rodaje que se ha encargado de convertir Maderuelo en un pueblo del lejano oeste. La plaza, presidida por una cruz en el centro y una iglesia en uno de sus lados, ha visto sustituido el asfalto del siglo XXI por la arena del s. XIX. Algunas puertas están tapadas con cortinas y otras se abren para simular la entrada a una tienda donde se venden todo tipo de frutas, cestas o carretillas. Los coches son sustituidos por carruajes y calesas y los motores no son otros que las patas de los caballos que esperan pacientemente su entrada en acción.

Resultan soprendentes los contrastes que se observan en Maderuelo : Un grupo de jóvenes con crestas, tatuajes y piercings pasean junto a otros habitantes de la localidad que, sin embargo, han sustituido sus vaqueros y camisas por trajes ideales para montar a caballo. Mientras el equipo técnico empieza a desplegar cables y cámaras para el inicio del rodaje, los actores llegan en las furgonetas de producción vestidos de calle, entran en una casa que hace las veces de camerino. Las primeras con las que nos topamos son las chicas: Dafne Fernández, Silvia Alonso, Adriana Torrebejano y la pequeña Carla Díaz. Todas ellas son hijas del 'Lobo' el terrateniente que se convierte en el máximo rival de los hermanos Bravo, protagonistas de la serie.

Las chicas nos dejan entrar con ellas a vestuario

aunque a Dafne le daba vergüenza porque llevaba puestos los rulos. Visten con leggins, vestidos cortos, camisas, camisetas y todo tipo de complementos. Pero en un abrir y cerrar de ojos las chicas salían de detrás del biombo encorsetadas, con enaguas, faldas largas, sombreros y complicados tocados. Todas exclamaban una queja unánime: "¡Estamos hartas de los corsés!" y eso que las estilistas nos explicaron que todos los vestidos están simplificados: "Los corsés no se ajustan hasta que la mujer no puede respirar, las ballenas no son duras, se han quitado enaguas para reducir peso..."

Dejamos a las mujeres ultimando su estilismo y salimios al exterior donde nos encontramos con Álex García y Junio Valverde, los protagonistas hermanos Bravo. Están subidos a lomos de sus caballos y ensayan la escena. Vestidos con tejanos, chaquetas de cuero y sombreros de ala. Se bajan del caballo, vemos cómo Junio Valverde corre hacia una niña pequeña, es su hermana, ha ido a verle. Álex García deja que la maquilladora le de unos retoquitos para después correr tras Adriana Torrebejano con la que empieza a charlar. En ese momento nos percatamos de la llegada de Lobo y uno de sus secuaces, Aníbal. Son Juan Fernández y Antonio Velázquez, los actores que dan vida a estos personajes en la serie. Mientras las cámaras no ruedan, todos son iguales, hablan entre ellos, no hay buenos y malos, pero cuando el piloto rojo se enciende los grupos se dispersan, las chicas salen de la iglesia, César Bravo intenta acercarse a una de las hijas de 'Lobo' y este, que aparece de improviso, le advierte al forajido que, si se acerca a su hija, pagará las consecuencias.

Todos los habitantes del pueblo se agolpan a un lado de la plaza. Miran atentos cómo ensayan, graban, sucede algo y vuelven a grabar. Sin duda, 'Tierra de Lobos' se ha convertido ya en parte de la vida cotidiana de la localidad.