El crimen de Valga ha conmocionado a toda Galicia, que tras lo ocurrido aún no entienden lo ocurrido. Todo comienza a las 8 de la mañana, cuando la madre salía con los niños para llevarlos al colegio. Solamente tardó varios minutos en acabar con la vida de su ex mujer, su ex suegra y ex cuñada. Tras esto, huyó del lugar con el arma del crimen.
El destino del presunto asesino fue la casa de su madre, que se encontraban a 25 km del lugar de los hechos, tardando solamente 20 minutos en llegar. Una vez allí, no tarda mucho en confesar lo que ha hecho, y es a las 8:50 cuando este llama a la Guardia Civil, y diez minutos más tarde es detenido. En su detención se realiza un registro, en el cual no encuentran el arma del crimen, que tampoco está en la escena del crimen.
Es esa misma tarde cuando el asesino confiesa donde se deshizo del arma, que fue muy cerca de su casa en el río Tambre. Cuando encontraron el arma, la Guardia Civil se dio cuenta de que el asesino no tenía licencia para este tipo de armas, por lo que dedujeron que la habría obtenido en el mercado negro. Una investigación que duró solamente un día y que ha dejado tres asesinadas.