La investigación del buque Ángeles Alvariño sobre el mar de Tenerife tiene los días contados. El robot marino está a punto de dejar de funcionar y en 'El programa de Ana Rosa' entrevistamos a los ingenieros que trabajan diariamente en el submarino Piscis VI.
La búsqueda de Tomás Gimeno ha cambiado de ruta, puesto que habría tirado el teléfono al mar y continuar con su embarcación. Una nueva zona en el océano que hace que el robot tenga que bajar a 1.500 metros de profundidad en un momento crítico: "El robot está al límite".
Una vez deje de funcionar el robot Liropus, la Guardia Civil busca alternativas: "Una de las opciones es un robot de Salvamento Marítimo, tiene tres cámaras de alta definición y varios brazos". Por otro lado, está el subamiro Piscis VI, del que la reportera cuenta: "Todavía no está preparado, está en pleno proceso de certificados y eso lleva mucho tiempo".
El submarino puede operar durante toda una jornada: "Unas 12 horas y de 5 días, para cuatro personas". Además, el ingeniero cuenta que "tiene un brazo robótico y una plataforma para poder poner ahí lo que se recoja en el mar".
Entramos al interior del submarino, con un sónar, pantallas digitales, una cubierta de metal de "una pulgada de grosor" y una capacidad para descender hasta los 2.180 metros de profundidad en el mar.
Sin embargo, el ingeniero confiesa que "todavía tenemos que esperar varios meses para poder ser operacionales, desgraciadamente no estamos en funciones de poderles ayudar". Unos problemas con los certificados que hacen que el submarino no esté operativo hasta noviembre.