Michael J. Fox y su cambio de vida tras ser diagnosticado de párkinson en la cima de su carrera

El actor que dio vida a Marty McFly se ha convertido en un ejemplo para las personas que sufren párkinson
El diagnóstico le llegó con 29 años, cuando se encontraba en su mejor momento profesional
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Pese a que ya han pasado casi treinta y cinco años desde el estreno de la última entrega, la trilogía ‘Regreso al futuro’ sigue siendo uno de los iconos culturales más reconocidos de la década de los 80. La saga de películas dirigidas por Robert Zemeckis influenciaron el cine de ciencia-ficción, la estética futurista de películas venideras y, por supuesto, convirtieron a su protagonista, Michael J. Fox, en una estrella mundial. Pero no era su primer éxito, desde luego, porque en Estados Unidos ya se había hecho un nombre gracias a otros papeles. Aunque no pudo disfrutar de su éxito internacional todo lo que le habría gustado, porque en la cima de su carrera, tuvo la peor de las noticias: sufría de párkinson.
Michael J. Fox nació en Canadá, pero se mudó a Estados Unidos con solo 17 años, concretamente a Los Ángeles. “Lo más importante para mí fue la implicación de mis padres. Fui a ellos y les dije: ‘Quiero hacer esto’. Y esperaba que se volvieran locos, pero mi padre es un hombre muy práctico, y aunque pensaba que actuar era una locura, que todo estaba dirigido por hippies con un plan oculto para destruir el mundo, le pareció genial que tuviera un trabajo, que ganara dinero y que tuviera perspectivas de seguir trabajando. Eso sí podía entenderlo”, recordó en una entrevista para Route Magazine. “Mi padre me llevó en coche en abril del 79 a buscar un representante, e hice un par de audiciones mientras estábamos allí. Esos agentes me proponían para castings como forma de convencerme de que firmara con ellos. Y me sentí halagado, porque sabía que normalmente era al revés: la gente tenía problemas para conseguir un agente”.
Y casi nada más llegar a Los Ángeles, consiguió su primer gran papel como Alex P. Keaton en la sitcom ‘Enredos de familia’, después de que Matthew Broderick lo rechazara. ¿El resultado? Tres premios Emmy y un Globo de Oro gracias a su actuación. Estuvo en la serie desde 1982 hasta 1989, coincidiendo con los papeles en cine que llevaron a la cima. Es decir, películas como ‘Teen Wolf’ (conocida en España como ‘De pelo en pecho’), ‘El secreto de mi éxito’, que le confirmó como una de las grandes estrellas del cine de los 80. Y, por supuesto, la trilogía de ‘Regreso al futuro’, interpretando a Marty McFly, papel que también consiguió por el rechazo de otro actor, en este caso Eric Stoltz, que brilló con la película ‘Máscara’ junto a Cher.

Esta saga de películas supuso un antes y un después en la carrera de Michael J. Fox. Era uno de los actores más solicitados de Hollywood. Pero en 1991, justo cuando acababa de terminar ‘Regreso al Futuro III’ y estrenado ‘Doc Hollywood’, fue diagnosticado con al enfermedad de párkinson a sus 29 años después de notar un temblor en su dedo meñique. Los doctores además le dijeron que podría trabajar solo diez años más. “Honestamente, mi primera reacción fue: 'Has cometido un error, no eres consciente de quién soy’”, explicó en una entrevista para Closer Weekly. "Simplemente pensé: 'Es absurdo que esto me esté sucediendo'. Tuve ese diagnóstico, me asusté y salí corriendo”.
Simplemente pensé: 'Es absurdo que esto me esté sucediendo'. Tuve ese diagnóstico, me asusté y salí corriendo
Su solución fue refugiarse en el alcohol. “Solía beber para divertirme, pero luego estaba bebiendo solo... todos los días”, contó en el programa de Howard Stern. Y aunque más tarde recurrió a la terapia para poder lidiar con la enfermedad, estuvo varios años lidiando con un problema de alcoholismo que puso a prueba su matrimonio y su propia carrera interpretativa. Fue precisamente gracias a su mujer, Tracy Pollan, que decidió dejar el alcohol y buscar ayuda profesional. Pero no reveló su diagnóstico hasta finales de los 90, cuando decidió enfrentar los problemas de su enfermedad, y de los que la sufrían igual que él. Creó la Fundación Michael J. Fox, que actualmente es la organización privada más grande dedicada a financiar investigaciones sobre dicha enfermedad.
En 1998 compareció en el senado de Estados Unidos para pedir más fondos de investigación sobre la enfermedad de párkinson. “Tomé la decisión deliberada de comparecer ante el Subcomité sin medicación”, contó en su libro ‘Lucky’. “Me pareció que la ocasión demandaba que mi testimonio sobre los efectos de la enfermedad y la urgencia que sentíamos como comunidad, fuesen vistos así como oídos. Para las personas que nunca me habían visto en ese estado, la transformación debió ser sorprendente”.

La enfermedad de párkinson afecta a cerca de ocho millones y medio de personas en el mundo, con un millón solo en Estados Unidos, y cerca de 150.000 en España. Una enfermedad que aumenta con la edad y que es más común en hombres que en mujeres. Desde que fundó su organización, Michael J. Fox se convirtió en la cara visible de la enfermedad, y aunque siguió trabajando en películas como ‘Stuart Little’, ‘Atlantis’ (en ambas poniendo la voz a personajes animados) o con cameos en series como ‘The Good Wife’ o ‘Sucesor designado’, tuvo que dejar la actuación en 2020 por el avance de los síntomas, incluyendo problemas de memoria, temblores más intensos y dificultad para hablar.
Ya en 2023, se estrenó en AppleTV+ el documental ‘Still: A Michael J. Fox Movie’ donde el actor reflexiona sobre sus más de 30 años con la enfermedad, y cómo afronto el diagnóstico y su carrera desde entonces. "La aceptación no significa resignación; significa comprender que algo es lo que es y que hay que encontrar una manera de superarlo”, reflexionó en una de las charlas de Google Talks.
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