Ruth Basauri pide ayuda por un problema con su hijo de dos años: el análisis de los expertos

Ruth Basauri
Ruth Basauri, extronista de 'Mujeres y hombres y viceversa'. @Ruthbasauri
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Ruth Basauri, extronista de 'Mujeres y Hombres y Viceversa', pide ayuda por un problema con su hijo, que el mes que viene cumplirá dos años. La influencer ha querido desahogarse y hablar de la nueva etapa que atraviesa como madre. Está desesperada y no sabe cómo actuar y controlar a Dylan, su hijo en común con Javy López.

Ruth García - verdadero nombre de la natural de Basauri, pequeño municipio de Vizcaya del que procede) se encuentra 'desesperada' por la nueva etapa en la que acaba de entrar su hijo. Es consciente de que terminará con el tiempo y de que la "paciencia" tiene que ser su mejor aliada, aunque en estos momentos, en los que le es imposible controlar el comportamiento del pequeño, siente que necesita la ayuda y consejos de otros padres.

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A través de las redes, Ruth ha hablado abiertamente sobre la conducta de su hijo, que en solo un soplará las velas de su segundo cumpleaños. Tras contar qué es lo que le pasa, ha pedido consejos a otras madres y padres sobre cómo afrontar esta etapa, conocida popularmente como 'la crisis de los dos años'.

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Dylan lleva alrededor de "15 días" mostrando conductas propias de esta etapa evolutiva, lo que ha llevado a Ruth a pedir ayuda públicamente en torno a esta fase del desarrollo infantil. Está dispuesta a aprender y mejorar como madre, por lo que no ha dudado en compartir con sus seguidores esta realidad poco visibilizada en redes sociales.

La extronista de 'MyHyV', desesperada, pide ayuda para hacer frente a la nueva etapa de su hijo
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"Me tiene loca. Loca", dice mientras pone ejemplos y confiesa que el comportamiento en público de su hijo le da "vergüenza". "Es por todo. Tiene una mala leche, increíble...", asegura. "Tira las cosas. No subo nada porque me da vergüenza. Son las típicas situaciones que yo vería en la calle y diría... 'vaya agüita con el niño', ¡pero es que me ha tocado a mí ahora vivirlo y no puedo decirlo!", dice mientras trata de tomarse con el mayor humor posible esta situación.

¿Qué es la crisis de los dos años?

La 'crisis de los dos años' o 'los terribles dos' es un periodo normal en el desarrollo infantil caracterizado por estallidos de ira, rabietas, comportamientos desafiantes y resistencia a las peticiones y demandas de los padres. Esto se debe a que los niños de esta edad comienzan a explorar su independencia y a expresar sus deseos e inconformidades, lo que puede generar conflictos con los progenitores.

Esta fase corresponde a un momento de transición entre la etapa de bebé y la infancia temprana. A nivel neurológico, el cerebro del niño está desarrollando habilidades fundamentales, como el control de impulsos, el lenguaje, la autorregulación emocional y o la toma de conciencia como persona independiente del adulto.

Ruth Basauri habla del problema de comportamiento de su hijo

Aunque puede ser agotador para los padres, los especialistas insisten en que es una fase pasajera que, bien acompañada, puede ser fundamental para el desarrollo emocional del niño. Psicólogos infantiles explican que estas conductas suelen estar relacionadas con la frustración que sienten los niños al no poder expresar lo que quieren o sienten con claridad. También es una etapa clave en la construcción de su identidad y autonomía.

Su sinceridad ha abierto un espacio para hablar sin tabúes de los retos de criar a un hijo pequeño, especialmente en momentos como estos, en los que muchas madres y padres también necesitan ayuda. Este comportamiento no es patológico ni necesariamente motivo de alarma. De hecho, forma parte de un desarrollo sano, según el enfoque de la psicología del desarrollo.

La clave, según los expertos, está en, establecer rutinas predecibles que den seguridad, validar las emociones del niño sin ceder a conductas agresivas, ofrecer opciones limitadas para favorecer la autonomía sin perder el control, usar el juego como medio de comunicación y vínculo o intentar evitar reacciones impulsivas del adulto, priorizando la autorregulación emocional.