Por la Iglesia, en Gijón y por todo lo alto: así fue la boda de Damián Quintero y Casandra Busto
Damián Quintero, concursante de ‘Supervivientes’, se casó con Casandra Busto en 2019
El deportista y su pareja se daban el ‘sí, quiero’ en Gijón, ciudad natal de la novia
El olímpico y su mujer abrían el baile con una bachata
Para Damián Quintero, concursante de ‘Supervivientes’, el amor es fundamental en su vida. Su familia, sus amigos, su hija y su mujer Casandra Busto mueven su corazón incluso más que el kárate. Junto a su mujer lleva muchos años y se casó en 2019, desde entonces han ampliado la familia con la llegada de su hija, Catalina.
El deportista y su mujer celebraron su boda por todo lo alto en Asturias, más concretamente en Gijón, ciudad natal de la pareja del karateka. Hasta allí se trasladaron familiares y amigos de todo el mundo. Se juraron amor eterno en la Iglesia de San Pedro de Gijón, un lugar cargado de historia. La lluvia hizo acto de presencia, no obstante, no cambiaron sus planes y se juraron amor eterno, llegando incluso a disfrutar de parte del convite al aire libre.
La celebración continuó en el histórico restaurante Casa Marcial en La Sagal y el catering, de lujo, estuvo a cargo del chef Nacho Manzano, toda una eminencia en cuanto a bodas y banquetes se refiere. La novia, con un vestido de la diseñadora Lorena Merino Atelier y, el novio, con esmoquin de color negro con chalequillo y pajarita firmado por García Madrid, abrieron el baile con una bachata.
Por la Iglesia y a pie de mar
Desde que Damián Quintero empezó su relación con Casandra Busto, su actual mujer y madre de su hija, supo que, si tomaba la decisión de hincar rodilla y pasar por el altar, sería en la ciudad asturiana de Gijón. Dicho y hecho, como manda la tradición, la pareja pasó por el altar en la ciudad natal de la novia.
Hasta la ciudad asturiana a pie de mar, se trasladaron los novios, familiares y amigos el 31 de agosto del 2019. La pareja escogía uno de los lugares más históricos de la ciudad para darse el ‘sí, quiero’, por la Iglesia, la Iglesia de San Pedro de Gijón. A pie de playa y con el sonido del mar de fondo, un lugar de lo más romántico. “Creo que solo una palabra puede definir este día... ¡mágico! Día mágico con la mujer perfecta, la familia deseada, y los invitados inigualables. Gracias a todos y cada uno de vosotros por acompañarnos en nuestro día”, aseguraba el karateka pocos días después de su boda.
La pareja se decantó por el restaurante Casa Marcial en La Sagal para el banquete y posterior fiesta. El famoso chef Nacho Manzano, especialista en bodas y banquetes, fue el encargado de preparar el catering. A pesar de la lluvia la pareja pudo disfrutar de su enlace como habían soñado.
Dos vestidos y un esmoquin
Casandra Busto llegaba a la Iglesia con un vestido de Lorena Merino Atelier, un dos piezas de blusa de gasa traslúcida con motivos clásicos y manga larga, una falda plisada con caída hasta el suelo acompañada de un largo velo de tul de color blanco inmaculado. Un maquillaje muy natural, una coleta y unos pendientes con motivos verdes, y un ramo campestre, completaban al atuendo de la radiante novia.
Para el baile, ella se cambió, y lució un vestido, también blanco, corto con manga murciélago abierta, con una combinación de apliques plateados y lentejuelas que le daban un brillo especial en cada movimiento. El novio optó por un esmoquin negro con un chaleco y pajarita de García Madrid. Lejos de abril el tradicional baile con un vals, la pareja deleito a sus invitados con una bachata.