Luto en Zarzuela: muere Serafín Sedano, capellán y confesor de los reyes Felipe y Letizia y los eméritos, a los 92 años
Serafín Sedano, capellán y confesor de la Casa Real española durante más de 30 años, ha fallecido a los 92 años de edad
Se ha instalado la capilla ardiente en la Capilla de los Alabarderos del cuartel El Rey de la Guardia Real
Luto en Zarzuela. El padre Serafín Sedano, capellán y confesor de la Casa Real española durante más de 30 años, ha fallecido a los 92 años de edad. Figura discreta, pero profundamente respetada en el entorno de los Borbón, su pérdida ha sido confirmada por su familia a través de El Pardo.
Aunque desde Zarzuela no se ha emitido aún un comunicado oficial, se espera que la Casa Real le rinda homenaje con un acto íntimo, pero solemne, como corresponde a quien fue durante décadas una figura espiritual clave en la vida de la familia real.
Tal y como ha trascendido, este 22 de mayo se ha instalado la capilla ardiente en la Capilla de los Alabarderos del cuartel El Rey de la Guardia Real. "Estará abierta a todo el que quiera despedirse", señalan desde la cuenta de X (antes Twitter) de El Pardo.
Serafín Sedano ejerció como capellán del Palacio de la Zarzuela desde los años 80, convirtiéndose en un referente de confianza y guía espiritual para los actuales eméritos Juan Carlos y Sofía y después de los reyes Felipe y Letizia, así como de sus hijas, Leonor y Sofía.
Su papel, aunque fuera del foco público, fue de gran relevancia dentro del entorno palaciego: ofició misas privadas, administró sacramentos, participó, entre otros actos, en el bautizo de la infanta Sofía y en la misa de despedida de Alicia Borbón-Parma (tía de Juan Carlos I) y, sobre todo, fue confesor y consejero espiritual de la familia real.
Nacido en 1933, Sedano ingresó en el seminario y fue ordenado sacerdote, dentro del arzobispado de Madrid. No fue hasta los años 80 cuando fue nombrado capellán de la Zarzuela, un cargo que ocupó con total discreción y profunda dedicación durante más de 30 años.
A lo largo de estos años, Sedano mantuvo siempre un perfil bajo, evitando protagonismos mediáticos y manteniendo la confidencialidad absoluta sobre su labor espiritual en el seno de la familia real. Su presencia, sin embargo, era constante y fundamental en momentos clave: bodas, bautizos, funerales y celebraciones religiosas de carácter privado.
Tras su retiro oficial del cargo en Zarzuela hace tan solo unos meses, Sedano continuó vinculado a la vida religiosa en El Pardo, donde residía y donde ha fallecido rodeado de sus seres queridos.
Se prevé que representantes de la Casa Real, así como miembros destacados del clero y de instituciones cercanas a Sedano, acudan a la capilla en las próximas horas.