Así ha sido la dura vida de Elizabeth, la hija de Tom Hanks: el divorcio de sus padres, abusos y la muerte de su madre
Elizabeth Ann Hanks publicó el pasado mes de abril su libro de memorias, en el que narra el abuso físico y emocional que vivió
Tom Hanks rompe su silencio sobre las acusaciones de abuso de su hija: "Ha sido increíblemente sincera"
A pesar de la fama y el éxito, Tom Hanks no lo ha tenido fácil. Tampoco sus hijos. Tras el divorcio de su exmujer, Susan Dillingham -conocida profesionalmente como Samantha Lewes-, en 1985, su vida familiar se vio desestructurada y rota por completo. Sus entonces dos únicos hijos, Colin Hanks -ahora de 47 años- y Elizabeth Ann -de 42 años- pasaron al cuidado completo de su progenitora, dejando a un margen al actor y enfrentándose ellos solos a los abusos tanto físicos como emocionales por parte de su exesposa. Así lo cuenta la propia Elizabeth ahora, en su primer libro de memorias.
En abril de este año, E.A. publicó su esperado libro de memorias, un texto íntimo, desgarrador y valiente que ha sacudido tanto al mundo editorial como al universo del espectáculo.
Bajo el título 'The 10: A Memoir of Family and the Open Road', la autora detalla con una sinceridad brutal los años más oscuros de su vida: su infancia marcada por los abusos psicológicos y emocionales sufridos a manos de su madre, la lucha por encontrar una identidad propia bajo la sombra de un apellido famoso, y el largo proceso de sanación que emprendió hasta convertirse en escritora.
"Mis únicos recuerdos de ambos padres en el mismo lugar son en la graduación de Colin en el instituto y luego en la mía. Sólo tengo una foto en la que estoy entre mis padres. En esa imagen, la mejor peluca de mi madre está ligeramente torcida", declara.
Con apenas 13 años, sus padres ya estaban divorciados desde hacía una década, y Tom Hanks había rehecho su vida junto a Rita Wilson. Y su madre había cambiado por completo sus vidas: se los llevó de Los Ángeles a Sacramento sin previo aviso a Tom y allí fue donde se tornó todo. "Creo que mi madre sufría de trastorno bipolar no diagnosticado", asevera en la obra.
"Se llegó a un acuerdo de divorcio y visitaba a mi padre y a mi madrastra (y pronto a mis hermanastros menores, Chet y Truman) los fines de semana y durante el verano, pero de los 5 a los 14 años, años llenos de confusión, violencia, privaciones y amor, fui una chica de Sacramento", narra Elizabeth.
Año tras año, la situación fue empeorando. Ya era insostenible. "El patio trasero se llenó tanto de excrementos de perro que era imposible caminar por él; la casa apestaba a humo. La nevera estaba vacía o llena de comida caducada casi siempre, y mi madre pasaba cada vez más tiempo en su enorme cama con dosel, absorta en la Biblia. Una noche, su violencia emocional se convirtió en violencia física, y como consecuencia me mudé a Los Ángeles, justo a mitad de séptimo grado. Mi acuerdo de custodia básicamente cambió: ahora vivía en Los Ángeles y visitaba Sacramento los fines de semana y en verano", se sincera, subrayando que los abusos físicos fue el punto de inflexión.
En su último año de instituto, su madre "me llamó para decirme que se moría". Finalmente fallecía en 2002 a causa de un cáncer de pulmón a los 49 años. Pero su deceso fue también uno de los momentos más duros de su vida, en el que tuvo que hacer frente a su pasado, intentar visualizar con perspectiva cuál era la historia de su madre y dejar atrás los fantasmas de su infancia y juventud.
Su vida actual
Ya adulta, Elizabeth construyó su propio camino. Tras graduarse de Vassar College, comenzó a trabajar como escritora bajo el nombre de EA Hanks en medios como 'Vanity Fair', 'The Huffington Post', 'Time', 'The Guardian' y 'The New York Times', entre otros. Aunque ocasionalmente apareció en pequeñas producciones cinematográficas cuando era niña -incluso brevemente en 'Forrest Gump'-, nunca sintió que la actuación fuera su vocación.
Su vida actual es tranquila y deliberadamente alejada del bullicio de Hollywood. Vive en Los Ángeles, donde escribe a diario y colabora con proyectos editoriales. No se le conoce ninguna pareja.
La reacción de Tom Hanks sobre el libro
Uno de los momentos más comentados desde la publicación del libro ha sido la reacción de su padre, Tom Hanks. El actor, que tradicionalmente ha mantenido su vida familiar lejos de los focos, rompió su silencio para apoyar públicamente a su hija. "Es un orgullo, ha sido increíblemente sincera".
Estas palabras, que en otro contexto habrían sido esperables, aquí adquieren un valor especial: suponen no solo una muestra de apoyo paternal, sino también un reconocimiento de las heridas familiares que sufrió.