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Las vacaciones privadas de los reyes Felipe y Letizia, el gran misterio de Casa Real cada verano: lo que se sabe

Los reyes Felipe y Letizia
Los reyes Felipe y Letizia. EP
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Todos los años, a mediados de agosto, los reyes Felipe VI y Letizia, junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía, desaparecen de la agenda oficial de Zarzuela. No hay comunicados. No hay posados. Apenas hay fotografías. Es el momento en que la familia real se aleja de la vida pública y comienza su verano, sus vacaciones privadas, uno de los secretos mejor guardados de la Casa Real.

En general, la duración habitual de estas vacaciones se aproxima a las seis semanas anuales que, según expertos reales, Felipe y Letizia se toman para recargar fuerzas: dos en Navidad, una en Semana Santa y tres en verano. Una cifra que, sin embargo, no es rígida: depende de su agenda y de posibles imprevistos.

Los reyes Felipe y Letizia

La Casa del Rey nunca revela ni el lugar, ni las fechas exactas, ni la duración de estas vacaciones. Apenas se sabe cuándo empiezan y, a veces, ni siquiera cuándo terminan. Solo se puede deducir.

Los monarcas y sus hijas cumplen primero con su agenda oficial en Palma de Mallorca, donde reciben a autoridades locales, celebran algún acto cultural y, por supuesto, participan en la tradicional regata de la Copa del Rey de vela. Es ahí donde los medios tienen la última oportunidad del verano para captarlos en público. Después, el silencio.

En plena desconexión estival, Sus Majestades inician un periodo de nula exposición pública hasta comienzos de septiembre, cuando Leonor, por ejemplo, deberá incorporarse al Ejército del Aire y del Espacio en San Javier para completar su formación militar, mientras que Sofía se adentrará en su etapa universitaria.

El rey Felipe IV, la reina Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía

Filtraciones de destinos

Pese a la discreción de Zarzuela, de vez en cuando se filtran algunas pistas a través de turistas, paparazzi o redes sociales, y han resonado algunos destinos.

De acuerdo a algunos medios y redes, en 2010 y 2012 se les vio en Algarve, Portugal, en el castillo Sao João do Arade, en Ferragudo, propiedad de un amigo de la familia. En 2011 se filtró una fotografía de Letizia en bikini en Grecia, a donde también regresarían en 2013 y 2018, en concreto, a Mykonos.

También trascendió que en 2016 se habrían desplazado a Croacia. En 2017, una alarma real los hizo interrumpir su descanso en la Costa Azul tras los atentados de Barcelona, y el año pasado se especuló sobre un viaje a la villa griega de la reina Máxima de Holanda. Todos ellos, eso sí, sin confirmación oficial.

Qué se sabe de 2025

Hasta ahora, no ha trascendido información sobre sus vacaciones de este verano. La Casa Real no publica ningún programa ni destino, y la pauta se mantiene: un silencio absoluto tras el fin de la agenda pública en agosto. La agenda oficial se queda en blanco hasta primeros de septiembre, sin revelar ni fechas ni ubicación.

Los reyes Felipe y Letizia

Cabe esperar que se mantendrá la tradición: viaje marítimo en yate, o desplazamiento a una zona costera europea con alto blindaje de privacidad, como en años anteriores. El presidente del Gobierno suele ser el único que conoce el paradero real, por seguridad; para el resto, el destino sigue siendo secreto de Estado.

Hermetismo y comparativa con otras casas reales

Desde Zarzuela se argumenta que las vacaciones no forman parte de la agenda pública, por lo que no están obligados a compartir información. Además, dado su papel como Jefes del Estado y ante posibles emergencias, siempre hay cobertura: la Casa del Rey decide la comunicación y el Gobierno conoce su ubicación para actuar ante cualquier crisis.

Este hermetismo no es casual: busca proteger la intimidad de la familia real, un enfoque que Felipe VI mantiene desde su proclamación.

El rey Felipe y la princesa Leonor

Contrasta con ejemplos como Reino Unido, donde hay conocimiento público de las estancias estivales que hacía Isabel II y continuó el rey Carlos III en Balmoral, o de los Orange en Holanda. En España, el enfoque es más reservado, porque Felipe y Letizia han optado por preservar su privacidad.