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Presentadores

Así es Hospital de Órbigo, el pueblo de León en el que creció Dani Martínez

Dani Martínez posa relajado en sus redes sociales. Instagram de @danimartinezweb
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El presentador de ‘La noche del gran show’, Dani Martínez, lleva su tierra natal por bandera. Aunque nació en Astorga, el presentador de 42 años tiene una especial conexión con el pueblo de su padre, Hospital de Órbigo, situado a varios kilómetros. Es habitual que el cómico hable de sus orígenes cargado de orgullo y muestre su cariño y aprecio hacia ambas localidades. De su mano visitamos estos dos monumentales lugares, que se encuentran a tres horas en coche desde Madrid y que destilan hospitalidad y belleza.

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Hospital de Órbigo debe su peculiar nomenclatura al hospital que allí fundaron los caballeros de San Juan de Jerusalén y al río Órbigo, que lo atraviesa. El pueblo cuenta con patrimonio relacionado con el Camino de Santiago, como la iglesia de San Juan Bautista del siglo XVII y varios edificios religiosos. Además allí se organiza un emblemático torneo medieval que rememora la afrenta de don Suero de Quiñones, que desafiaba a los caballeros de la época a que cruzaran el puente para demostrar su amor por Doña Leonor de Tovar.

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Joyas romanas y un edificio de Gaudí

Astorga, por su parte, es la capital de la comarca de la maragatería, se trata de un municipio cargado de historia. De origen romano, fue fundada con el nombre de Asturica Augusta en el siglo I a.C. y pronto se convirtió en un importante núcleo romano en la Vía de la Plata, con vestigios como el foro, las termas y la muralla romana, que hoy está parcialmente conservada.

Entre su patrimonio arquitectónico es imperativo referirnos a su catedral. Ubicada junto a la muralla romana, la construcción tuvo un origen gótico, pero fue evolucionando con elementos renacentistas, barrocos y neoclásicos, fruto de las diversas reformas y ampliaciones realizadas a lo largo del tiempo. Las guías de viaje recomiendan visitar el imprescindible Palacio Episcopal, obra de Antonio Gaudí. El arquitecto barcelonés llegó a Astorga de la mano del obispo, que era de Reus, y éste lo convenció para esparcir su arte más allá de Cataluña.

Paradas imprescindibles del Camino de Santiago

Tanto Astorga como Hospital de Órbigo son dos etapas clave del Camino de Santiago Francés, un legado que Dani Martínez, celebra con fervor. En Astorga, entrando por la muralla romana tras cruzar el Puente del Paso Honroso en Hospital de Órbigo, los caminantes encuentran en Astorga un oasis de hospitalidad maragata, con albergues acogedores y la vibrante Plaza Mayor, donde Dani organizó la icónica "Macrogamba" en 2010. En Hospital de Órbigo los peregrinos también cuentan con varios albergues y hospederías donde pasar la noche.

El Museo del Chocolate, un capricho para los amantes del cacao

En Astorga también podemos visitar el Museo del Chocolate, que abrió sus puertas en 1994. En él podemos conocer todo el proceso de creación de uno de los alimentos favoritos para muchos. El motivo por el que este museo abre sus puertas en el pueblo de Dani Martínez se debe a que en el siglo XX las familias de la zona se hicieron con el control de la fabricación del chocolate, llegando incluso a ser proveedora oficial de la Casa Real.

Su gastronomía marca la diferencia

La gastronomía de la zona viene impregnada de la tradición. Dani prepara con buen gusto uno de los platos tradicionales de Hospital de Órbigo como es la sopa de truchas, pilar de la identidad de esta su pueblo. En Astorga es el plato estrella es el cocido maragato: primero las carnes (siete tipos, incluyendo cerdo, pollo y ternera), luego los garbanzos "pico de pardal" con patata y berza, y finalmente la sopa, rematada con natillas y roscón.

Dani Martínez, embajador apasionado de su tierra, ha puesto en valor estas delicias, como cuando corrigió con humor a "Tierra de Sabor" por confundir las mantecadas con magdalenas, reafirmando su compromiso con la autenticidad de su tierra. Restaurantes como Las Termas, Casa Maragata o Serrano ofrecen estas joyas culinarias, fusionando tradición y modernidad, mientras bares de tapas en la Plaza Mayor completan la experiencia gastronómica que enamora tanto a locales como a visitantes.