Anabel Pantoja comunica una feliz noticia: "Estoy muy ilusionada, empieza mi sueño"

Tras unos días complicados y baja de ánimos debido al accidente que le hizo tener una lesión en el codo y tener que llevar un "brazo robot", Anabel Pantoja ha compartido una feliz noticia con su legión de seguidores de Instagram. Antes de darla, ya les anticipaba que estaba deseando comunicarla porque suponía cumplir "un sueño" al lado de dos de las personas más importantes de su vida: su novio, el fisioterapeuta de 28 años David Rodríguez, y su hija Alma, que tiene siete meses.

A través de sus stories y desde la terraza de un bar con vistas al mar en Gran Canaria, la sobrina de Isabel Pantoja les adelantaba a sus followers que la noticia tenía relación con un viaje que va a hacer "con David y la pequeña Alma": "Nos vamos a un sitio mágico, estoy muy ilusionada porque llevo muchos años sin hacer esto y, de verdad, a pesar de lo que me ha pasado en el codo, tengo muchísima ilusión porque llegue el día de mañana y que no pase nada, por favor. Mañana empieza mi sueño de verano".

Unas declaraciones con las que expresaba que su deseo es que las vacaciones sean tranquilas y que no haya más sobresaltos como el de la lesión de codo que sufrió en la Casa In, el evento organizado por Dulceida para los creadores de contenido de su agencia, y que le impidió irse el pasado fin de semana a Menorca, un viaje que había cerrado en colaboración con una marca.

"Tengo muchísima ilusión, empieza mi sueño de verano"

Es gracias a otra marca que se va de crucero durante diez días por el Mediterráneo con su novio y su hija. Son estas las primeras acciones publicitarias que realiza tras haber estado varios meses sin hacer promociones en sus redes sociales, desde que se supo que tanto su pareja como ella estaban siendo investigados tras el paso por el hospital de su bebé.

La influencer ha asegurado que durante los diez días que dure su estancia en el crucero va a hacer "de todo" y va a aprovechar al máximo las instalaciones del barco. No es la primera vez que hace un crucero, pues ya hizo uno en su adolescencia, cuando tenía unos 15 años; un viaje en el que se quedó prendada de un chico con el que se hizo varias fotos. Al volver a Sevilla y enseñarle las fotos a su mejor amigo, él se fijó en la curiosa cara que ponía y, desde entonces, usa con sus amigos la expresión "cara de crucero", que es una de sus frases más icónicas.