Maternidad

Samanta Villar se sincera sobre la maternidad "El primer año de los mellizos fue el más duro de toda mi vida"

Samanta Villar habla de la parte más dura de la maternidad. Mediaset Infinity
Compartir

Samanta Villar ha colgado momentáneamente sus 'guantes' de periodista, para ser ella la entrevistada en un nuevo capítulo de 'Madres: desde el corazón', de Mediaset Infinity. Con total sinceridad, ha narrado su experiencia como madre de dos hijos (mellizos), que hoy ya tienen 9 años. Ella fue una de tantas mujeres que tuvieron que retrasar sus deseos de quedarse embarazada para poder progresar en su carrera profesional. Y, cuando decidió embarcarse en el proyecto de ser madre, se encontró con varias dificultades que le impidieron gestar a sus hijos con sus propios óvulos.

PUEDE INTERESARTE

Tras un único intento de quedarse embarazada con su reserva biológica por fecundación in vitro, su marido y ella decidieron optar por la donación de óvulos. La ovodonación les permitía seguir usando los espermatozoides del padre, pero con óvulos procedentes de un banco de donación. Al tercer intento, y tras un aborto natural del que nunca había hablado públicamente, lo consiguieron. Con la sorpresa de que, en vez de un sólo hijo, iban a tener dos.

"Cuando son bebés, es un gran sacrificio"

Aunque en esta etapa de la crianza, Samanta se siente como en "una luna de miel", ha reconocido de nuevo que los primeros años (y, además, siendo dos bebés al mismo tiempo) fueron "duros y esclavos", repitiendo exactamente las mismas palabras que levantaron tanto revuelo cuando sus hijos nacieron. En aquel momento, la reportera habló de la "esclavitud" que supone el cuidado de los niños y de que "muchos padres piensan más de una vez en tirar a sus hijos por la ventana"; frase que, ha aclarado de nuevo, nunca pronunció en sentido literal:

PUEDE INTERESARTE

"Hay un problema en este país cuando no se toma a broma una frase como esa. Ahora que tienen 9 años, siento que la maternidad es un proceso menos esclavo, pero el primer año con mis hijos puedo decir que fue el peor de toda mi vida. Al principio, son totalmente dependientes y es un gran sacrificio por parte de los padres y no sé por qué siempre se cuenta un relato mucho más edulcorado. ¿Cómo va a ser una experiencia maravillosa cuando estás sin dormir? Te sientes cansada, irascible. Cuando son bebés, es una santa esclavitud", ha dicho, alto y claro.

Samanta también se ha referido a otra de las declaraciones que hizo cuando se convirtió en madre por partida doble. "Yo nunca dije que mi vida fuera peor, dije que no era mejor. ¿Por qué hay que pensar que la vida es mejor teniendo hijos? ¿Es que las mujeres sin hijos no pueden alcanzar ese nivel de felicidad? Yo creo que también pueden tener una vida excelente", ha reflexionado en 'Madres'.

Igualmente, la periodista se ha reivindicado como mujer, independientemente de su condición de madre: "Yo le enseño a mis hijos que tienen que aprender a valerse por sí mismos. Tienen que entender que soy madre, pero también soy mujer y tengo una identidad propia, con mis valores, mis aficiones y que también hay veces que me apetece estar sola y eso no hace que yo les quiera menos", ha concluido Samanta, demostrando la fuerte educación feminista que recibió por parte de su madre y de sus abuelas.

De hecho, ella piensa (y llora por ello) que está "viviendo la vida" que le hubiera gustado vivir a sus abuelas, dos mujeres que, en los años 60 tuvieron que sacar solas a sus familias. "A ellas les hubiera encantado dedicarse a lo que yo me dedico, viajar por todo el mundo, mi libertad, mi independencia. Ellas ya eran mujeres empoderadas cuando ni siquiera se usaba esta palabra", ha dicho, emocionada, al hablar de esa parte de su familia.

Esa educación fuerte e independiente es la que Samanta ha trasladado a Violeta y Damiá, a quienes define como dos niños "maravillosos, listos, con mucha capacidad de pensamiento y argumentación", algo que le provoca desde siempre su máxima admiración.