Religiosa, otoñal y multitudinaria: así fue la boda de Manu Tenorio con Silvia Casas

Manu Tenorio se casaba en 2008 con Silvia Casas a quien conoció por unos amigos en común
La pareja se daba el 'sí, quiero' en una capilla en el Escorial y alargaba la celebración hasta altas horas de la madrugada
MadridManu Tenorio, cantante y concursante de 'Bailando con las Estrellas', lo va a dar todo sobre los escenarios, no cantando si no moviendo el cuerpo al ritmo de la música. El sevillano, lleva bailando al son de un buen matrimonio con su mujer Silvia Casas más de 16 años casado. La pareja ha tenido tiempo en esto años años de formar una familia con su hijo Pedro y de pasar por buenos y malos momentos, pero ese día fue completamente especial. ¡Descubrimos más detalles de su boda"

Periodista y cantante coincidieron por primera vez en 2006 gracias a unos amigos en común, y no dudaron en darle una oportunidad al amor. Tan solo dos años después, tomaron la decisión de jurarse amor eterno. Lo hicieron en una ceremonia religiosa en Madrid, rodeados de amigos y familia y visiblemente muy emocionados.
La pareja celebró por todo lo alto su enlace en una tarde de otoño donde no falto el romanticismo, la música, el amor y alguna que otra sorpresa que no pasó desapercibido para los novios ni para los invitados.

Un 'sí, quiero', tras dos años de noviazgo
Al cantante Manu Tenorio y a Silvia Casas, les unió Alejandro Sanz, no literalmente, pero sí una exposición pictórica del cantante en Madrid. Unos amigos en común de ambos a pasarse por la exposición. "Recuerdo que ese día era martes y trece, nevaba y hacía un frío polar, de modo que le dije: '¡No salgo de casa ni, aunque me pongas una alfombra roja!'. Pero tanto insistió que al final accedí a ir... ¡en moto! Fue en ese evento donde conocí a Manu. Él se acercó a mí, conversamos un momento y yo -lo reconozco- fui un poco borde. De ahí nos fuimos todos a otra fiesta en la discoteca Joy Eslava, volvimos a hablar y ya apenas nos separamos durante toda la noche. Hasta hoy", ha asegurado la periodista en una entrevista a Vanitatis.
Desde entonces la pareja lucho por su relación a distancia, pues él vivía en Barcelona y ella en Madrid. Su amor surgió a través de mensajes de móvil y miles de conversaciones por teléfono, y así estuvieron dos años hasta que el 10 de octubre del 2008, se dieron el mejor 'sí, quiero' de sus vidas.
Emotiva ceremonia religiosa
La pareja celebro una ceremonia religiosa en la Finca El Campillo, en el Escorial de Madrid, la pareja buscaba un entorno íntimo en el que estar con los suyos. "Mi obsesión era salir de la iglesia, ya casada, y encontrarme con las caras de mi familia y mis amigos más queridos, lejos del bullicio y de invitados de compromiso a quienes ni siquiera hubiera conocido. De hecho, apenas hubo rostros famosos en la boda”, ha asegurado la propia Silvia Casas.
Nerviosos y muy emocionados así vivieron Silvia Casas y Manu Tenorio su ceremonia, marcada por el compromiso, el amor, las lágrimas y que el cura decidió oficiar viendo las caras de sus seres queridos. Uno de los momentos más especiales fue la entrada de la novia a la capilla con el 'Ave María' de Händel de fondo. Aunque el día comenzó con algunas gotas de agua, y el padrino se olvidó los anillos, terminó por salir el sol y darse el 'sí, quiero', con sus correspondientes alianzas.
Una celebración con mucha música
Una vez convertidos en marido y mujer, celebraron una fiesta para sus 200 invitados en la Finca El Campillo, un lugar en medio de la naturaleza con vistas sobre El Escorial. La música tampoco faltó en la cena, el coctel, celebrado en el jardín, lo amenizó un trío de jazz y los novios hicieron su correspondiente aparición con la banda sonora de 'Moulin Rouge' en una sala en la que los invitados les esperaban con bengalas.
Para abrir el baile, y en lugar del clásico vals, los novios eligieron la canción 'Love me tender' de Elvis Presley, una de las favoritas de Manu Tenorio, quien no dudó en coger el micro y deleitar a su recién estrenada esposa y sus invitados con tres o cuatro canciones con su banda. "Enrique Heredia Negri, El Negri, y su grupo flamenco amenizaron la fiesta flamenca. Un DJ no dejó de pinchar música durante toda la fiesta, sobre todo jazz, flamenco y house, y hasta le dediqué una canción a mi mejor amiga" ha asegurado la pareja.
Unos novios muy elegantes
La novia escogió no uno, dos vestidos. Buscaba algo sencillo, a temporal y elegante. Silvia Casas tenía muy claro como lo quería y no pidió opinión a nadie sobre los dos diseños elegidos. "Para la ceremonia religiosa elegí un vestido de Valentino para Pronovias, de corte clásico, con escote en V, detalles de pedrería en el cuerpo, manga francesa y falda ligeramente evasé ceñida a la cintura". Un velo de tul muy largo, un broche de brillantes y oro blanco, unos pendientes de zafiros completaban este primer atuendo. Los zapatos peeptoe en blancos con una hebilla dorada conjuntaban perfectamente con un ramo de flores blancas y hojas silvestres. La novia se decantó por un semirrecogido y maquillaje natural.
Para el banquete y la fiesta, la novia lució un vestido corto, palabra de honor, con aire sesentero y cuerpo tipo corsé. Lo acompañó de una estola blanca de piel, “el vestido perfecto para bailar” según ella. El novio eligió un chaqué de Carlo Pignatelli, con corbata y chaleco gris perla.

