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Maluma, más sincero que nunca: "El año pasado tuve una crisis de ansiedad, tenía todo y me sentía mal, creía que me moría"

Maluma. Cordon Press
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Desde su mansión frente al mar en las Islas Turcas y Caicos, Maluma -o más bien Juan Luis Londoño- habla sin filtros.

En una conversación con Bruno Casanovas y Álex Benlloch, creadores de Nude Project, el artista colombiano se ha abierto como nunca sobre la ansiedad, el vértigo de la fama y el cambio radical que ha experimentado desde que se convirtió en padre de su hija Paris, fruto de su relación con Susana Gómez.

"Cuando tenía demasiadas cosas me di cuenta de que mi vida podía ser maravillosa o miserable", confiesa en el episodio titulado 'Una charla con Juan Luis, Maluma' del podcast de la popular marca.

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"Siempre trabajé por metas, por logros… con eso venía el dinero, la fama, las cosas materiales. Pero llegó un momento en que tuve una crisis muy fuerte, una crisis de ansiedad que sufrí en noviembre del año pasado. Sentía que lo tenía todo… y, aun así, me sentía mal", ha aseverado.

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El éxito, la fama y el amor

En el pico de su carrera, Maluma vivía en una espiral de giras, conciertos, fiestas, cámaras, entrevistas... Y creó un personaje que lo devoraba desde dentro. "Mi cabeza estaba todo el tiempo andando en el proyecto. Pensando en Maluma, en el personaje, en el ego, en la vuelta, como loco", recuerda. "No estaba perdido, estaba en otra etapa de mi vida… pero sí, todo giraba en torno a eso".

El artista colombiano confiesa que llegó a sentirse culpable por no disfrutar del éxito. "Empezó esa sensación de culpa y de juicio de pensar que no me podía sentir mal. Yo siempre he sido el pilar de mi familia… desde niño tuve la mentalidad de que debía entregarlo todo. Pero llegó un punto en que dije: 'Mierda, todo ha estado bonito, pero creo que no es el propósito'", ha señalado.

A sus 31 años, el intérprete de 'Coco Loco' asevera que, por aquel entonces, nunca "me permití sentir soledad, ni tristeza. Para mí el bajón no era una opción. Si llegaba a Medellín cansado de una gira, hacía un asado con mis amigos, jugaba fútbol, salía de fiesta, me levantaba, iba al gimnasio, almorzaba… y por la noche salía otra vez. No paraba".

Y, entre risas, reconoce que "vivía enamorado". "Me enamoraba a cada rato y a la vez. San Valentín era un caos: mandaba flores a varias, de verdad, y esperaba las llamadas de todas. Era como una necesidad constante de sentir algo". Hasta que dijo basta. "Después me di cuenta de que podía encontrar todo eso en una sola mujer. La vida, Dios, mi mujer, mi hija… todos me dijeron: 'O paras, o paras'. Me di cuenta de que no sabía aburrirme. Y tuve que tocar fondo para aprenderlo".

La ansiedad

Su crisis de ansiedad comenzó tras darse un baño de hielo durante unas vacaciones familiares el año pasado. "Cuando salí le dije a uno: 'Marica, me voy a desmayar'. Sentía que el corazón se me salía. Pensé que me iba a morir".

Durante semanas sufrió dolores de cabeza y pánico constante. "Me hicieron todos los exámenes. Yo juraba que tenía un tumor en la cabeza. Hasta que el médico me dijo: 'Estás perfecto'. Entonces entendí que era emocional", relata.

La noche más dura llegó tras un examen médico: "No dormí nada. Cuando amaneció, sentí que me moría. Empecé a tener pensamientos locos, veía mi cuerpo saltando por los balcones. No porque quisiera morir, sino del miedo. Llamé a un amigo budista y él literalmente me rescató. Me solté y lloré tres horas. Ahí supe que era el alma, no el cuerpo, la que estaba pidiendo ayuda".

Su renacer

De esa oscuridad nació una nueva versión de sí mismo. "Pasó todo lo de noviembre y desde ahí quise desarmarme. No destruí el personaje de Maluma, pero sí entendí que tenía que cerrar un capítulo y empezar otro, con otro propósito. Todo cambió con mi hija".

Ahora, el cantante vive con otra filosofía: "A veces me levanto y en vez de promocionar una canción, quiero hablar de la vida, de cómo superé mi ansiedad. Y la gente conecta con eso. Ya no busco dopamina, busco paz".

Y sentencia: "Ahora que tengo a mi hija, puedo dedicarle toda esa energía, todo ese amor. Me llegó en el momento exacto. La fama me dio mucho, pero la calma me lo dio todo. A veces uno tiene que tocar fondo para darse cuenta. Pero no debería ser así. No tienes que llegar hasta abajo para empezar a sentirte bien. Puedes hacerlo desde ya".