La actriz de 'Scream 3' tuvo un problema con un implante de cerámica que desencadenó una infección tras otra en su boca
Durante varios meses, ha estado tomando antibióticos y su dieta ha estado estrictamente restringida a los alimentos blandos
La actriz Jenny McCarthy, de 53 años, ha contado en exclusiva en la revista 'People' el infierno que ha vivido en estos últimos meses. Lo ha hecho público justo ahora que en Estados Unidos se celebra el día de Acción de Gracias (que tiene lugar, cada año, el último jueves de noviembre), en el que las familias se reúnen para agradecer todo lo que tienen, estrechar sus lazos efectivos y, por supuesto, comer pavo. Después de haber perdido bastante peso por las infecciones consecutivas que ha tenido en la boca, la actriz, por fin, puede volver a disfrutar de la comida, si bien ella es más amiga de la dieta vegana.
En la revista, la intérprete de 'Scary Movie' ha confesado que su calvario comenzó con un implante dental de cerámica fallido, que culminó en nueve incómodas operaciones. "Me he sometido a nueve cirugías bucales este año. Tuve una infección que se convirtió en otra y luego en otra, y luego me aparecieron bultos en los ojos. Se me estaban cayendo los dientes, los implantes se me caían. Finalmente tuvieron que incrustarse en la mandíbula y desportillarse y descubrieron que tenía una infección ósea profunda", ha dicho en la publicación.

"Se me estaban cayendo los dientes"
De cara a las próximas Navidades, que están cada vez más cerca, Jenny y su marido cumplieron con la tradición norteamericana de mandar un Christmas conjunto a sus familiares y amigos. Ambos salían en bañador y fue ahí donde sus conocidos se dieron cuenta de lo mucho que había adelgazado la actriz ya que, debido a las operaciones consecutivas, apenas ha podido comer con normalidad:
"Llevo un año tomando antibióticos y solo he tenido que comer alimentos blandos. Me sometí a dos cirugías bucales más incluso después de que me tomaran esa foto. Ahora puedo masticar de nuevo, pero cada vez que creíamos que se había curado, volvía. Tenía un dolor terrible con la mandíbula hinchada y, al mismo tiempo, me salían unos bultos en los ojos. He tenido bastante mala suerte", ha concluido.
Ahora que ya se encuentra "sana y a salvo", se siente emocionada de pasar Acción de Gracias, una fiesta que, en Estados Unidos, es más importante que las Navidades, con su marido. "Ha sido un poco complicado reunirnos. Yo he estado rodando en Los Ángeles y él ha estado en Canadá. Así que ha sido complicado y difícil, lo que significa que Thanksgiving y Navidad significarán más para nosotros que nunca este año. Solo estamos él y yo, en casa en Chicago, yo cocinando un ave y disfrutando el uno del otro. ¡Estoy a punto de darme un festín", ha añadido la actriz, completamente aliviada.

