Diana de Gales, icono de la lucha contra el sida: el día que estrechó la mano a un enfermo y cambió la visión del mundo

Lady Di en una imagen de archivo
Lady Di en una imagen de archivo. Cordon Press
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Cada 1 de diciembre, con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el mundo recuerda no solo los avances médicos y sociales en la batalla contra el VIH, sino también a quienes, desde sus posiciones, ayudaron a derribar prejuicios. Entre esas figuras destaca, de forma indiscutible, la princesa Diana de Gales.

El papel de Ladi Dy fue determinante para cambiar la percepción pública sobre una problemática marcada, en los años ochenta y principios de los noventa, por el miedo, el estigma y la desinformación.

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Cuando la madre de los príncipes Guillermo y Harry comenzó a involucrarse en acciones vinculadas al VIH, el contexto social era hostil. El sida se asociaba a determinados colectivos -especialmente la comunidad homosexual- y existía un desconocimiento general sobre las vías de transmisión.

Lady Di
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El temor al contagio por contacto físico o cercanía era generalizado -imposible olvidar a Freddie Mercury- incluso entre el personal sanitario, y muchos pacientes eran aislados socialmente. En ese escenario, la intervención de Diana no solo fue valiente, sino que fue revolucionaria.

El día que Lady Di cambió la historia

El gesto que cambió el mundo llegó el 9 de abril de 1987, cuando la princesa inauguró la primera unidad de VIH de Reino Unido en el Middlesex Hospital de Londres. Allí se sentó junto a un paciente y le dio la mano sin usar guantes y delante de decenas de cámaras. Aquellas fotografías se convirtieron en un icono.

Cuatro años después de aquello, la apodada como 'princesa del pueblo' destacó en una conferencia: "El sida no hace peligrosas a las personas, puedes darles la mano y un abrazo. El cielo sabe que lo necesitan".

La princesa de Gales y Martin Johnson, paciente de sida, que le regaló un ramo de flores durante su visita al Hospicio para el Sida del Hospital Mildmay Mission en el este de Londres.

Ese mismo año visitó Brasil para reunirse con niños contagiados por transmisión vertical, algo que colocó en el foco la realidad de miles de menores afectados por la epidemia.

En 1996 viajó a Sudáfrica, donde apoyó programas de educación y prevención en un país especialmente golpeado por el virus. Ese mismo año se convirtió en presidenta de honor de la National AIDS Trust, una de las principales organizaciones británicas dedicadas a la investigación y la lucha contra el estigma.

Lady Di estrechando la mano de William Drake, paciente del Centro de SIDA Lighthouse de Londres

Su defensa por eliminar los estigmas continuó años después. Realizó visitas privadas -muchas de ellas sin presencia de medios- a hospitales, centros de investigación y hogares de acogida para enfermos terminales. En estos encuentros se dedicaba a escuchar a pacientes rechazados por sus familias, hablar con médicos y enfermeros, y mostrar una cercanía que pocas figuras públicas se atrevían a expresar.

Lady Di convirtió el tema en una prioridad humanitaria y social y cambió la visión del mundo sobre el sida. Hizo que millones de personas vieran a los enfermos no como una amenaza, sino como seres humanos que necesitaban apoyo, empatía y cuidados médicos.

"Si alguien de la familia real puede darle la mano a un enfermo de sida en un hospital, alguien en una parada de bus o en un supermercado puede hacer lo mismo", dijo por aquel entonces John O'Reilly, un enfermero del Hospital Middlesex.

Lady Di inaugurando la Sala Broderip en el Hospital Middlesex de Londres, la primera sala construida específicamente para pacientes con SIDA y enfermedades relacionadas con el VIH

Las palabras del príncipe Harry y su misión

Años después, el príncipe Harry afirmó en una entrevista: "Cuando le dio la mano a un hombre 32 años enfermo de sida, delante de las cámaras, sabía exactamente lo que estaba haciendo. Sabía que el sida era una de las cosas que muchos querían ignorar y parecía un reto desesperanzado. Sabía que la falta de entendimiento sobre esa nueva enfermedad estaba creando situaciones peligrosas mezcladas con la homofobia".

Y añadió el duque de Sussex: "Estaba usando su posición como princesa de Gales para retar a todo el mundo a educarse a sí mismo, encontrar su compasión y llegar a aquellos que necesitaban ayuda en lugar de echarlos".

Pese a que Diana de Gales falleció en 1997, Harry continuó con su labor a través de iniciativas en África y de la asociación Sentebale, que fundó en 2006 junto al príncipe Seeiso de Lesoto enfocada en niños afectados por el VIH y de la cual dimitió el pasado mes de marzo.