Javier Santos se desmarca de su madre y hace una petición a Julio Iglesias

  • Javier Santos visita el plató de 'Fiesta' y explica cómo se siente tras el rechazo de Estrasburgo a reabrir el caso de su paternidad

  • Javier Santos se hace una pregunta desde hace décadas: ¿por qué tanto odio contra mi persona?

Tras décadas de lucha, hace tan solo dos semanas el Tribunal de Estrasburgo negaba a Javier Santos y su madre María Edite la posibilidad de reabrir la causa por la paternidad de Julio Iglesias. La ex vedette explicaba en 'Fiesta' que pensaba seguir con la pelea y, aunque en un primer momento Javier pensaba en apoyar a su madre, finalmente el presunto hijo de Julio Iglesias ha decidido dar un paso atrás y dejar por ahora la batalla legal.

Y es que Javier Santos tiene una única pretensión y no es otra que la de mantener una conversación privada con el que él defiende es su padre biológico:

"Yo ya no creo en la justicia, deja mucho que desear, pero sí que creo en las personas y quiero creer en mi padre, creo que él no es tonto y que sabe que soy su hijo, sabe lo que tiene que hacer, me gustaría también que mis hermanos dieran un paso adelante e hicieran por hablar conmigo (...)

La sociedad está cambiando y el comportamiento de mi padre creo que a quien perjudica es a él mismo, yo entiendo que mi madre esté muy enfadada por este tema, pero yo no pienso así, yo no quiero dinero ni pido cariño, yo lo que quiero es una conversación tranquila con mi padre porque los que estamos en la situación en la que yo estoy tenemos la necesidad de conocer nuestro origen".

Pero pese a que Javier Santos ha decidido dejar a un lado la pelea legal, el presunto hijo mayor de Julio Iglesias sigue haciéndose una pregunta desde hace décadas: ¿Por qué este rechazo tanto tiempo? ¿Por qué tanto odio hacia mi persona? Si Javier pudiera encontrarse con el cantante madrileño cara a cara olvidaría el rencor y únicamente intentaría recuperar los años perdidos, y es que como él mismo ha asegurado en más de una ocasión, Javier sería capaz incluso de rechazar la herencia de su padre biológico.