¿Casualidad o intención? El príncipe Harry, oculto tras una pluma en la coronación de Carlos III

Era uno de los momentos más esperados: Harry, el hijo menor de Carlos III, hacía su entrada en la Abadía de Westminster sin su esposa, la actriz Megan Markle, quien decidía en quedarse en California para celebrar el cumpleaños de su hijo Archie. Muchos estaban pendientes del lugar que ocuparía el hijo menor del monarca tras el escándalo de su libro en el que la corona británica no ha salido precisamente bien parada.

En opinión de los expertos en protocolo, Harry ha sido relegado a un segundo plano colocándose muy por detrás de otros miembros de la familia real, pero con lo que no contaban es con el feo gesto que la casa real ha tenido con el hijo díscolo.

La organización del evento, dirigida por el propio Carlos III, decidía que Harry se colocase justo detrás de la Princesa Ana, hermana del monarca, y más concretamente detrás de la gran pluma que la princesa Ana llevaba en la cabeza.

Al paso de Carlos III por el pasillo central de la Abadía las cámaras captaban parte de la cara de Harry tras la pluma roja del casco de su tía, ¿un gesto casual o intencionado?

Para los que conocen el estilo de la casa real británica no hay lugar a dudas: "En Inglaterra no dejan nada al azar, todo estaba medido al milímetro, sabían perfectamente el uniforme que iba a llevar la princesa Ana y a quién iba a tener detrás".