Café en tubo de pasta de dientes: el invento para que te lleves la 'cafetera' en el bolsillo

No Normal Coffee, el café que se comercializa en un tubo de aluminio relleno de pasta.. No Normal Coffee
  • Una empresa suiza comercializa el café en un formato innovador: en un tubo de pasta

  • Con cada tubo de pasta da para unas 20 tazas, según la compañía helvética

  • Te contamos cómo hacer un buen café irlandés

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Su nombre, No Normal Coffee (No hay café normal, en inglés), ya da una pista de que lo que tenemos entre manos nos va a sorprender. Si el contenido es importante, en esta ocasión el continente es, cuanto menos, original. Y es que no es habitual comercializar café en un tubo de pasta, como si fuese pasta de dientes. Al menos no en España.

Sin duda lo más impactante es el envase. Un tubo de aluminio de color negro, semejante al de los dentífricos, que contiene 100 gramos de pasta de “café arábica procedente de comercio justo y endulzado con azúcar de remolacha orgánica de Suiza”. Una pasta que según afirma la propia compañía tiene un sabor “dulce y delicioso, con toques de chocolate, nueces y caramelo”.

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Su precio es de 17,95 euros, por lo que teniendo en cuenta que aseguran que de cada recipiente se pueden obtener entre 15 y 20 tazas, el café saldría entre 0,9 y 1,2 euros. Además, cada tubo mantiene el producto fresco y en perfectas condiciones de consumo durante varias semanas una vez abierto y más de un año si permanece cerrado.

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Una idea para ‘llevarse el café de viaje’

Además de su peculiar formato otro de los atractivos de No normal Coffee es la propia pasta. Una fórmula que hace una suerte de milagro de los panes y los peces, ya que mezclada con agua se convierte en café, pero que también se puede untar en una rebanada de pan. O donde se quiera, vaya, puesto que su composición hace que no tenga un sabor amargo. Para tomarse un café al uso, sus inventores recomiendan mezclar una cucharada de pasta con unos 100 mililitros de agua caliente que, una vez batidos, se convierten en un café líquido.

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La razón detrás de este ‘invento’ no es otra que cubrir una necesidad del mercado que sus precursores entienden que no está satisfecha. Este vacío no es ni más ni menos que la posibilidad de disfrutar de un buen café en cualquier lugar del mundo. Una necesidad que hasta ahora sólo podía ser cubierta con cafés solubles de baja calidad o con una logística no siempre posible de realizar en medio del campo o en situaciones de pocos recursos al aire libre. Y es que este formato, según aseguran, permite tener un café de calidad al alcance de la mano, ya que es como tener una cafetera en el bolsillo. Sin duda, una buena noticia para los amantes de esta bebida.

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