El futuro de la nutrición: alimentos impresos en 3D y carne cultivada en laboratorio

La impresión 3D de alimentos es una tecnología emergente que utiliza bio-tintas comestibles para crear estructuras alimentarias complejas
La carne cultivada en laboratorio se produce mediante el cultivo de células animales en un entorno controlado
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En la actualidad nos encontramos en una auténtica encrucijada al respecto de nuestras fuentes de alimento. La preocupación por la sostenibilidad nos está haciendo plantearnos el futuro de la ganadería tal y como hoy la conocemos, y ahí es donde están apareciendo una serie de tecnologías que podrían poner algo más fácil el consumo de carne dentro de no demasiado tiempo.
Y es que, el futuro de la nutrición está siendo transformado radicalmente por innovaciones tan rompedoras como la impresión 3D de alimentos o la carne cultivada en laboratorio. Estas tecnologías no solo prometen cambios en la manera en que producimos y consumimos alimentos, sino que también abordan cuestiones éticas, ambientales y de sostenibilidad que están en el centro del debate alimentario global de cara a la agenda 2030.
Impresión 3D de alimentos
La impresión 3D de alimentos es una tecnología emergente que utiliza bio-tintas comestibles para crear estructuras alimentarias complejas, como carnes y otros productos alimenticios. A diferencia de la carne convencional, estos alimentos impresos en 3D pueden personalizarse en función de las necesidades dietéticas de los comensales, o de las preferencias culturales de posibles consumidores. Por ejemplo, la tecnología ya permite producir bistecs que imitan no solo la apariencia, sino también la textura y el sabor de la carne real, utilizando una combinación de células cultivadas y materiales vegetales como base para la creación de la pieza.
Uno de los beneficios clave de esta tecnología es su potencial para reducir el impacto ambiental. La impresión 3D de carne requiere menos recursos, como agua y tierra, en comparación con la ganadería tradicional. Además, la producción puede ser mucho más eficiente, con menos desperdicio y una mayor sostenibilidad a largo plazo. Las investigaciones recientes, como las realizadas en la Universidad de Pohang en Corea del Sur, han demostrado la viabilidad de utilizar algas y otros recursos sostenibles como base para la impresión de alimentos, lo que podría revolucionar aún más esta industria y abrirnos de par en par las puertas hacia este nuevo horizonte.

Carne cultivada en laboratorio
La carne cultivada en laboratorio, también conocida como carne de cultivo o carne celular, se produce mediante el cultivo de células animales en un entorno controlado. Esta tecnología ofrece una alternativa a la cría y sacrificio de animales, lo que plantea importantes ventajas éticas y ambientales. Según distintos informes, hay países como Singapur, Estados Unidos, Suiza e Israel que ya han aprobado la venta de carne cultivada en laboratorio, lo que marca un hito en la industria alimentaria. Eso sí, no todos los países han abrazado la novedad, y el mejor ejemplo sería Italia que trabaja para prohibirla.
En España aún no está disponible este tipo de carne, pero según las encuestas el 58% de los españoles está a favor. A esto hay que añadir que el mayor laboratorio de carne cultivada del mundo está construyéndose en España - en San Sebastián más en concreto -, de la mano del gigante de la nutrición brasileña JBS y de BioTech Foods.
A pesar de todo esto, hay que reconocer que la carne cultivada todavía tiene que superar una serie de escollos, como su elevado coste y la aceptación del consumidor a nivel mundial. Aunque los costes de producción de este tipo de carne han disminuido considerablemente desde que se presentó la primera hamburguesa de laboratorio en 2013, aún sigue siendo más cara que la carne convencional.
El futuro de la nutrición
Si giramos la cara hacia el futuro, tanto la impresión 3D de alimentos como la carne cultivada en laboratorio se perfilan como soluciones viables para afrontar los desafíos globales a los que se enfrenta la industria de la alimentación. El cambio climático, el crecimiento poblacional y la escasez de recursos naturales están empujando a la industria alimentaria a buscar alternativas que sean más sostenibles. La carne cultivada podría jugar un papel crucial en este contexto, especialmente cuando las tecnologías presentes en la actualidad se desarrollan para hacerla más accesible y económica.
No obstante, estas tecnologías también plantean preguntas importantes. La percepción del consumidor sigue siendo un obstáculo, con algunos sectores de la población mostrando un claro escepticismo hacia los alimentos impresos en 3D o cultivados en laboratorio. Además, la producción a gran escala de estos productos podría suponer una alteración más que significativa de las cadenas de suministro actuales, quizás afectando también a la agricultura tradicional, lo que requiere que se tome un tiempo extra para adoptar un enfoque cuidadoso y realizar las regulaciones adecuadas.
En resumen, la impresión 3D de alimentos y la carne cultivada en laboratorio representan un cambio de paradigma en la forma en que concebimos la producción y el consumo de alimentos. A medida que estas tecnologías continúan avanzando, es probable que acaben convirtiéndose en un elemento central en la configuración del futuro de la alimentación global, proporcionando soluciones a buena parte de los desafíos a los que se enfrenta el planeta en términos de sostenibilidad y seguridad alimentaria.
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