Etxando Panza: el influencer que te dice qué comer para llenarte

Enrique Martín, la persona que está detrás de Etxando Panza, reivindica una cocina tradicional y el disfrute de comer
“Me gusta mucho comer, por eso aprendí a cocinar. Hay sitios en los que o te gastas mucha pasta o lo que te ponen parece comida de gatos"
"La gente no está acostumbrada a ver cómo se despluma un ave o cómo se despelleja un conejo"
Dicen que no hay segundas oportunidades para la primera impresión y eso lo sabe bien Enrique Martín, el alter ego de Etxando Panza. Sus vídeos comienzan al grito de “¡aúpa ahí!” o “¡yeepa ahí!” en lo que no sólo es un saludo, sino una pista de lo que se va a mostrar en ellos: cocina tradicional, sin aditivos y el placer de comer bien. “Reivindico una cocina tradicional y que se coma bien porque aunque hay restaurantes con muchas estrellas Michelin donde se come muy bien, hay otros en los que hacen un minimalismo y unas cosas que ponen el plato precioso, pero luego no vale ni para tomar por…. Al final yo lo que reivindico con esto es la comida y el disfrute de comer”, sentencia este pamplonés de origen soriano al que ya siguen cerca de 240.000 seguidores en Instagram y más de 112.000 en TikTok.
A pesar de que no es cocinero profesional, sus vídeos reciben cientos de miles de visualizaciones, algunos hasta millones, algo que no le preocupa. De hecho, Etxando Panza surgió porque no le gustaba lo que veía. “Tras la pandemia vi que había surgido un movimiento de cocineros instagramers que para mí no valían. Fue una manera un tanto disruptiva de meterme en la escena y decir, ‘estáis aquí haciendo una cosa que parece que ni os gusta”, explica.
Y es que precisamente su forma de hacer los vídeos y sus expresiones le alejan del perfil habitual de instagramer, pero le conectan con el público, a la vista del número de seguidores que tiene. “Hubo mucha gente que me conoce que cuando conoció el perfil se sorprendió porque en mi día a día yo no voy así por la vida, pero es que esa era la única forma de hacer algo completamente disruptivo en todo el movimiento que había de cocineros en Instagram”, comenta.
Cocinero por pasió a la comida
Quizá por su origen castellano —procede de Montejo de Tiermes, en Soria— o quizá por su carácter norteño, lleva la sencillez y la claridad por bandera. En sus vídeos da muestra de ello y en su forma de explicar de dónde le viene el amor por la cocina, también. “Me gusta mucho comer, por eso aprendí a cocinar. Hay sitios en los que o te gastas mucha pasta o lo que te ponen parece comida de gatos… entonces no me quedó otra que aprender”, dice sin atisbo de duda.
Una ‘necesidad’ convertida en pasión que le ha llevado a ser seguido por miles de personas, aunque no todo lo que llega a través de las redes sociales es positivo. “Creo que mi nicho es gente con sentido común, que le gusta comer y entiende cómo se hacen las cosas. También creo que me sigue mucha gente rural, del campo, que sabe cómo va la vida y no están agilipollados”, sostiene, aunque asegura que también hay quien le critica. “Siempre hay quien te escribe de todo por privado. En las redes sociales cualquier persona es valiente de decir lo que le parezca, pero seguramente a la cara no dirían lo que dicen”, comenta antes de reconocer que en ocasiones es difícil lidiar con ello. “Es complicado mantener la línea que llevo porque a veces es difícil aguantar las barbaridades que me dicen por mostrar cómo se cocinan ciertos platos”.
Esos platos a los que se refiere son aquellos donde se ve cómo limpia, parte y cocina animales que provienen de la caza. “Una de las problemáticas que hay en el perfil es enseñar cómo se despluma un ave o cómo se despelleja un conejo. Es algo que la gente no está acostumbrada a ver porque se compra la carne envasada y limpia, pero parece que no se es consciente de que eso alguien lo tiene que hacer. Al final como lo han visto dicen que soy un sanguinario, pero ¿esos de dónde han salido?” se pregunta.
Ahondando en el tema de la caza, que es habitual en sus vídeos, él mismo considera que es necesaria, pero bien regulada. “La caza es necesaria. Con todos sus permisos, licencias, con una gestión de la fauna y de los cotos, por supuesto. Es necesario que haya un control poblacional que permita la convivencia”, dice antes de centrarse en lo meramente culinario. “Además, la caza tiene un sabor fuerte, pero bien trabajados, son platos muy sabrosos”.
Etxando Panza… a base de conocer recetas
Llevar una cuenta con tal número de seguidores requiere una preparación y una dedicación que, sin duda, roza lo profesional. Elegir qué plato cocinar, cómo hacerlo, que quede bien explicado y chulo visualmente no es tarea sencilla. “Hay platos que para hacer un vídeo llaman más la atención que otros. Me flipan los pescados, pero es cierto que luce más hacer un plato de según qué carne que hacer unas acelgas”, cuenta.
Aunque reconoce que es "bastante desastre y un poco caprichoso, se me antoja algo y quiero hacerlo”, a veces busca inspiración en otros cocineros. “Hay recetas que sí que sé hacer, pero otras las busco, veo a otra gente, aprendo… lo que desde luego no hago es copiar a otros sin aportar nada, que eso pasa mucho entre los influencers”.
Además reconoce que a veces pregunta “a otros cocineros como Dani, del Restaurante Montia en San Lorenzo del Escorial, que siempre está dispuesto a echarme una mano o Engi de @cocinaderecho", con quien realizó un festival gastrorrural en Cigales. Asegura que vendrán más, pero de momento sólo pide una cosa. “Dame pan y dime tonto, pero no me tostes”.
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