¿Por qué no es buena idea lavar los huevos?

¿Hay que lavar los huevos?
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  • Solemos pensar que lavar la comida es siempre bueno y necesario, pero hay algunos alimentos, como el huevo, que es mejor no lavar por los riesgos que supone

  • O, al menos, si lo vamos a hacer, debemos tener en consideración algunas cosas importantes

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Cuántas veces nos habrán repetido que hay que lavarse las manos antes de comer o de manipular alimentos… Y lo mismo para las frutas, las hortalizas… Tenemos asumido que lavar los alimentos es bueno y no es de extrañar. Parece lógico pensar que, si los alimentos están sucios, lo que hay que hacer es lavarlos para retirar esa suciedad. Es lo que muchas personas suelen hacer con los huevos. Pero no es buena idea. 

Huevos y suciedad 

Como sabemos, los huevos son expulsados por las gallinas a través de su cloaca, que para entendernos, es lo que equivaldría al ano de los humanos. Por eso solemos asociarlos con heces, bacterias y suciedad.  

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A la vista está. Cada vez es menos frecuente, pero no es raro encontrar huevos con suciedad en la superficie de su cáscara: heces, plumas, restos de sangre, de tierra… 

Decimos que cada vez es menos frecuente porque las empresas productoras cada vez cuidan más estos aspectos y procuran que los huevos lleguen al consumidor sin esos restos de materias extrañas en su superficie.  

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Para ello se toman diferentes medidas, como mantener un buen estado de higiene en las explotaciones, lavando y desinfectando las instalaciones, o retirar los huevos inmediatamente después de la puesta para evitar que se ensucien con las heces de las gallinas y con otras materias extrañas, como paja, plumas, etc.

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Ahora bien, si consumimos huevos procedentes de gallinas criadas en corrales domésticos para consumo propio, podremos comprobar fácilmente que el panorama es diferente. Estos huevos suelen estar mucho más sucios, precisamente porque los controles y los cuidados suelen ser menores que en las explotaciones comerciales: se cuida menos la higiene, los huevos no suelen retirarse inmediatamente después de la puesta, etc. 

Lavar los huevos no es recomendable 

Como decimos, hay personas que tienen por costumbre lavar los huevos, aunque otras solo lo hacen cuando estos están muy sucios. La cuestión es que no es recomendable lavar los huevos en ninguno de los casos. Cuando lo hacemos, dañamos una membrana externa, llamada cutícula, que cubre la superficie de la cáscara y que protege el interior frente a las contaminaciones externas.  

Debemos saber que la cáscara presenta pequeños poros para facilitar el intercambio de gases entre el interior y el medio externo (oxígeno, dióxido de carbono, vapor de agua). Si lavamos los huevos y dañamos esa cutícula, las bacterias de la superficie, en caso de estar presentes (por ejemplo, Salmonella), podrían introducirse a través de dichos poros y contaminar el interior, con el riesgo que eso puede suponer para la salud.  

¿Qué hacemos si los huevos están muy sucios? 

Lo que se recomienda para manipular los huevos es, simplemente, mantenerlos en el frigorífico. Mejor en la parte interior que en la puerta, para evitar así que sufran cambios bruscos de temperatura (esto podría provocar condensaciones de agua en su superficie y favorecer el desarrollo de bacterias patógenas). Y mejor en el interior de una huevera limpia, para evitar que la suciedad de los huevos pueda contaminar otros alimentos.  

Si están muy sucios, se recomienda limpiarlos con cuidado, frotando suavemente con un papel de cocina. Si a pesar de todas las recomendaciones seguimos empeñándonos en lavarlos, se recomienda hacer solo justo antes de cocinarlos. Es decir, no es buena idea lavarlos antes de almacenarlos. 

¿Si no los lavamos corremos riesgos? 

Aunque parezca contraintuitivo, lo recomendable es no lavar los huevos, tal y como ya hemos repetido. Muchas personas no acaban de fiarse de esta recomendación y se sienten inseguras porque piensan que de este modo van a correr riesgos. Pero no tiene por qué haber problemas si manipulamos los huevos adecuadamente.

Además de lo que ya hemos comentado con respecto al almacenamiento, es importante cascar los huevos en un recipiente diferente al que vamos a utilizar para cocinarlos, para evitar así que pueda caer suciedad sobre el huevo crudo.  

También es fundamental cocinarlos adecuadamente, hasta que alcanzan al menos 70ºC, es decir, hasta que están bien cuajados. De este modo podremos comer huevos sin tener que preocuparnos por posibles riesgos.