¿Por qué es tradición comer fresas con nata en Wimbledon?

Nada más típico de Wimbledon que sus fresas con nata. getty images
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Cuando hablamos de Wimbledon se nos viene a la mente posiblemente el torneo de tenis más importante del mundo, donde han triunfado Carlos Alcaraz, Rafa Nadal, Novak Djokovic, Roger Federer o Andy Murray. Además, en sus gradas se reúnen actores, cantantes y todo tipo de famosos que quieren disfrutar de partidos inolvidables sobre la hierba de su pista, y si es comiendo unas fresas con nata, la experiencia es aún más enriquecedora.

Sí, las fresas con nata son una de las grandes tradiciones del Grand Slam, tanto que seguramente hayas visto a aficionados disfrazados de fresas, con algún complemento que represente a la fruta e incluso a Alcaraz o a Djokovic lucir unas gafas de sol en forma de fresa. Pero ¿por qué las fresas con nata son una tradición en Wimbledon?

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El origen de la relación entre las fresas y el tenis británico

Las fresas con nata en el tenis tienen su origen en Thomas Wolsey, un cardenal de la Iglesia Católica que terminó siendo consejero personal del rey Enrique VIII, que era un aficionado del tenis de la época.

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Según algunos historiadores, Wolsey fue un gran amante de las fresas y cuando el rey fue a disputar uno de sus famosos partidos de tenis, el consejero ofreció a los asistentes fresas con crema, que era costumbre en la alimentación de la población campesina, logrando unir por un momento, a través de esa sencilla receta, a las diferentes clases sociales de la época.

Se ha debatido mucho sobre cuándo empezaron las fresas con nata a tener un papel especial en el torneo de Wimbledon y, según los expertos, en su primera edición en 1877 ya hay registros de que se degustaban las fresas con crema, en parte porque era ya la temporada de esta fruta.

Así se recolectan las fresas que se comen en Wimbledon

Desde hace décadas Hugh Lowe Farms, un negocio familiar que lleva en pie desde 1893, es la que se encarga de surtir a Wimbledon de fresas que se recolectan en Kent, a apenas 50 kilómetros de distancia de donde se celebra el Campeonato de Wimbledon.

Marion Regan es quien lleva actualmente la empresa en la que protegen sus plantaciones con invernaderos para que las lluvias inesperadas no estropeen la cosecha. Todo ello sumando la tradición de la agricultura con la última tecnología para garantizar que cada planta obtenga lo que necesita para que dé sus mejores frutos.

Durante el torneo de tenis los trabajadores comienzan cada día su jornada sobre las cinco de la mañana para recolectar las fresas con las que van a suministrar ese día a Wimbledon. En total se estima que cada año se consumen unos 28.000 kilos de fresas en el All England Club.

¿Cuánto cuestan?

Este año el precio de las fresas con nata de Wimbledon ha subido ligeramente, ya que hasta 2024 se había mantenido en 2’50 libras, mientras que en 2025 ha aumentado a 2’70 libras (unos 3’15 euros). Los organizadores esperan vender unas 150.000 porciones de fresas con nata hasta el final de torneo al ser el plato más típico.

Un precio razonable teniendo en cuenta que algunas cervezas superan los 10 euros, mientras que latas de vino alcanzan los 12 euros y algunas botellas casi los 60. En cuanto al champán, quien quiera darse un homenaje puede elegir en una amplia selección que va desde poco más de 20 euros la botella hasta los casi 120 euros que cuestan otras.