Qué copa va mejor para cada tipo de vino

Cada copa está recomendada para un tipo de vino
Cada copa está recomendada para un tipo de vino.unsplash
  • La tipología de la copa afecta a cómo se percibe el vino dependiendo de sus características

  • Cada vino se expresa mejor en un tipo de vidrio y te contamos por qué

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La elección del recipiente donde se sirve el vino es algo mucho más importante de lo que la mayoría de la gente cree. Desde hace siglos el vino se ha bebido en prácticamente todos los formatos posibles de casi cualquier material conocido. Un desarrollo que ha llevado al convencimiento de que el continente es casi tan importante como el contenido y por ello se ha trabajado en el diseño y el perfeccionamiento de las copas. 

El diseño, el tamaño y la forma de la copa van a influir directamente en cómo se percibe el vino, por lo que elegir la adecuada para cada tipo de caldo es lo ideal. Obviamente no siempre es posible tener en casa varios juegos de copas, por lo que vamos a ver qué tres o cuatro tipos se adecuan mejor para los vinos tintos, cuáles para los blancos y cuáles para los espumosos.

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Para empezar una copa debe ser de cristal fino, nunca de plástico y preferentemente con tallo. Aunque ahora estén de moda las copas sin tallo, no hay que olvidar que la temperatura del vino afecta a su sabor, por lo que cogiendo la copa por el tallo evitaremos que se caliente.

La copa es tan importante como el vino que vas a servir
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Tres consejos clave a la hora de elegir copa

Una buena idea a la hora de elegir copa es fijarnos en el tamaño del cuerpo. Las copas con cuerpo grande están indicadas para vinos tintos, ya que permiten que el aire circule en ellas, resaltando así los aromas y los sabores. Las copas de estilo Borgoña o Burdeos, similares a un cáliz para hacernos una idea, habitualmente son las más utilizadas para los vinos tintos. 

Los vinos blancos van mejor con copas de tamaño medio, ya que mantienen mejor el aroma del vino, dado que los blancos suelen tener sabores más delicados. En este caso las copas Chardonnay o Sauvignon son las más recomendables. La primera tiene un tallo más corto y es ligeramente más abombada, mientras que la segunda es más pequeña, pero con la boca más ancha.

Por último, los vinos espumosos se han de servir en copas largas y estrechas, que mantienen las burbujas durante más tiempo. En este caso la elección es clara: las copas tipo flauta, alargadas y con la boca pequeña, son las idóneas.

En ocasiones podemos no tener por casa la copa perfecta para el vino que vamos a servir, pero nunca está de más conocer cómo el vidrio afecta a cada tipo de vino y como una elección correcta nos va a hacer disfrutar mucho más de cada uno de los matices del caldo.