El lacrimógeno y tenso reencuentro entre Pol Badía y Joao: "Contigo estaba alegre, pero no era feliz"

  • "El segundo día de entrar aquí pensé en la otra persona y fui feliz"

Pol Badía es el nuevo concursante de 'GH VIP 7'. El exconcursante de 'Gran Hermano 17' vio unas imágenes en las que El Maestro Joao admitía que no sabía si quería seguir con él y en las que confesaba haberse visto con otro chico. El vidente ha sido llamado al confesionario y se ha encontrado con el que hasta ahora era su pareja protagonizando un tenso reencuentro. "Simplemente no te quería meter en el concurso, no quería hacerte daño, yo no he dicho nada malo de ti, he dicho que eres muy bueno y que te portas muy bien conmigo. Yo te quiero y te amo también, pero habíamos peleado y paso lo otro que paso... Ha venido todo muy rápido Pol, he estado feliz contigo y te lo agradezco mucho pero llegue aquí y me di cuenta que no era feliz del todo. Contigo estaba alegre pero no era feliz, y al segundo día de llegar aquí pensé en esa persona y fui feliz", le ha explicado el adivino deshecho en un mar de lágrimas.

"No quería llorar te lo juro, he estado todo el tiempo defendiéndote, yo quería luchar por ti, pero cuanto más te defiendo, peor hablas de mí", ha respondido Pol sin poder contener el llanto.

Su reencuentro con Adara

Pol tenía pendiente una conversación pendiente con Adara desde que rompieron su relación hace dos años y han terminado teniéndola en el lugar en el que se enamoraron. "Baja un decibelio", le ha pedido Pol intentando tranquilizar a Adara, quién tiene claro que la culpa fue de él: "Tú has dicho cosas muy sucias y yo conté tal cual pasó todo". Sin embargo, Adara no olvida lo mal que se ha portado con ella "Ha seguido hablando de mí, cuando estaba embarazada dijo que me había asegurado un sueldo".

Mientras que los VIP arropaban al recién llegado, Adara y Joao no daban credito al comprobar que Pol no había venido solo de visita y que era el nuevo concursante de 'GH VIP'. Adara no ha llegado ni a entrar en el salón, al ver al recién llegado se ha marchado a la habitación sin poder parar de repetir : "¡Madre mía! ¡Madre mía!". El Maestro tampoco podía creer lo sucedido. Pol le ha dejado claro que él no quería hacerle daño, pero que le habían dado la oportunidad y que tenía que aprovecharla.

"Tengo el alma descompuesta, la cara es una mierda. Tengo el alma pisoteada… No sé si lo voy a poder resistir", le ha explicado un Joao destrozado a Jorge Javier Vázquez.