Consejo Nacional Sirio acusa a los países europeos de no presionar a Rusia

El Consejo Nacional Sirio, el órgano que aglutina a fuerzas de la oposición en el exilio, ha acusado a los países occidentales, entre ellos los europeos, de no presionar lo suficiente a Rusia para que cambie su postura sobre el régimen de Bashar al Assad, criticado por la represión con que está respondiendo a las manifestaciones pacíficas iniciadas en marzo.

Burhan Ghalioun, considerado líder 'de facto' de este Consejo, ha explicado en una entrevista a la cadena de televisión France 24 que el órgano opositor confía en lograr el reconocimiento de la comunidad internacional en cuanto cree una estructura de tipo administrativo.

La Unión Europea ha aplaudido la creación del Consejo Nacional Sirio y ha instado a otros países a hacer lo mismo, pero no ha reconocido este órgano como representante legítimo del pueblo sirio.

En un gesto simbólico, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Alain Juppé, se reunió esta semana con Ghalioun, algo que para el propio líder opositor fue "significativo". "Los franceses iniciarán consultas con otros europeos y esperamos que posteriormente estos países nos reconozcan, pero tendremos que esperar días, semanas", ha apuntado.

Ghalioun, un intelectual y sociólogo político que trabaja en la Universidad de la Sorbona, ha pedido a Occidente que sea "más agresivo" en su insistencia hacia Rusia, que se ha convertido en un aliado básico de Siria en la comunidad internacional al utilizar, junto con China, el derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para tumbar la semana pasada una resolución de condena contra Damasco.

"Creo que la Unión Europea y los países occidentales no hacen todo lo que pueden políticamente para convencer a Rusia y otros países reticentes", ha lamentado Ghalioun, en un llamamiento a "posiciones y acciones contundentes".

Sin embargo, Ghalioun no contempla el levantamiento armado para forzar la caída del Gobierno sirio, porque podría derivar en una guerra civil y en una "anarquía". A su juicio, "la nueva Siria no estará basada en la venganza".

OPOSICIÓN DIVIDIDA

Mientras el Consejo Nacional prosigue con sus actividades en el exilio, algunos opositores le han lanzado críticas desde dentro de Siria. Las discusiones guardan relación con el supuesto respaldo de este grupo a una intervención extranjera, pero también con diferencias de carácter étnico y sectario, desacuerdos sobre el papel que la religión debe jugar en el nuevo Estado y disputas habituales entre activistas jóvenes y disidentes veteranos.

Un miembro del Comité Nacional para el Cambio Democrático, Michel Kilo, ha apostado por resolver estas diferencias para que no puedan jugar en favor del Gobierno de Al Assad. Así, ha dicho que toda la oposición debe actuar como "una sola voz". "Creo que la oposición es unánime en un objetivo: el fin del régimen y la caída de Bashar al Assad", ha apostillado.