La Junta Militar birmana anuncia las primeras elecciones en dos décadas

El anuncio fue hecho por medio de la televisión unos días después de que el supersticioso caudillo del régimen, el general Than Shwe, celebrara en Naypyitaw, la nueva capital, una fiesta para recibir a un elefante blanco, cuya reciente captura fue interpretada por la junta como una señal de buen augurio.

"El elefante blanco es símbolo de poder y justicia. El país que posee uno está libre de peligros", destacó en su portada el diario oficial "Nueva Luz de Myanmar" coincidiendo con anuncio electoral.

Los vaticinios sobre los resultados que la votación arrojará son diferentes para los gobiernos occidentales, Naciones Unidas y los activistas demócratas de este país asiático, que consideran que el proceso electoral persigue consolidar en el poder a los militares que desde hace medio siglo sojuzgan Birmania.

Una y otra vez, la comunidad internacional ha advertido que la exclusión de la líder de la oposición y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y de los cerca de 2.000 birmanos encarcelados por motivos políticos, restarán legitimidad a los comicios cualquiera que sea su resultado.

Suu Kyi y su Liga Nacional por la Democracia (LND), formación a la que los generales impidieron acceder al poder a pesar de ganar los comicios de 1990, decidieron boicotear la votación tras calificar de "injusta" la normativa electoral.

La citada legislación prohíbe a esta mujer que es vista como el icono de la democracia en Birmania, presentar su candidatura a un escaño del Parlamento por haber sido condenada y por el hecho de que hasta que enviudó, estuvo casada con un extranjero, el profesor británico Michael Aris, con quien tuvo dos hijos.

En la actualidad, la Nobel de la Paz, que ha vivido en cautividad 15 años de los últimos 21, cumple un arresto domiciliario que está previsto expire a mediados del próximo noviembre, después de consumada la llamada "hoja de ruta hacia la democracia" trazada por la Junta Militar.

Hasta el momento, casi 40 partidos políticos se han registrado para participar en las elecciones, entre estos al menos siete liderados por destacados miembros del Gobierno, que unos meses atrás renunciaron al uniforme castrense con estrellas de general, con la finalidad de poder ser candidatos.

Una cuarta parte del total de los 440 escaños que constituirán el Parlamento, están reservados a militares en activo, que a su vez y según establece la nueva Constitución, gestionarán los ministerios clave de la futura administración, lo que les permitirá retener el control del poder de este país rico en recursos naturales y poblado por unos 48 millones de habitantes.

Las directivas de la Comisión Electoral designada por la Junta Militar, prohibirán que durante la campaña electoral los partidos políticos lleven a cabo marchas por la calles, ondear banderas y cantar o corear eslóganes para atraer el apoyo de los votantes.

También la normativa obliga a los candidatos a solicitar una autorización con una semana de antelación, para cada ocasión en la que pretendan celebrar un mitin público y pronunciar discursos.

Esta semana, dos de las nuevas y mayores formaciones políticas creadas recientemente amenazaron con boicotear las elecciones en respuesta a la intimidación policial que afecta a sus miembros.

Las denuncias de intimidación fueron hechas a la prensa por el Partido de la Unión Democrática, formado el pasado en mayo por un grupo escindido de la Liga Nacional para la Democracia, y por el Partido Democrático, establecido en septiembre del año pasado.

El presidente del Partido Democrático y ex preso político, Thu Wai, explicó que agentes de las fuerzas de seguridad visitaban a menudo con actitud intimidatoria los hogares de los candidatos, por lo que ya "algunos están pensando en retirarse" de las elecciones.

Por su parte, el Partido de la Unión Democrática condenó por medio de un comunicado "artimañas" del régimen militar y señaló que su líderes están considerando boicotear los comicios.