Javi y Claudia viven su peor momento en su reencuentro y ella es incapaz de despedirse: “No puedo, no te quiero ver más en mi vida”

  • Nada más verse, él se levantaba para saludarla pero ella le negaba el saludo: “No se te ocurra tocarme”

  • La tensión entre ellos era cada vez mayor: “Tú has intentado limpiarte tu culo ahora para ensuciar el mío”

  • "Que esté diciendo que yo le he puesto los cuernos es una barbaridad”, insistía Javi ante las informaciones de Claudia

Después de que tanto Claudia como Javi pasaran un rato a solas con Sandra Barneda, llegaba el momento de la verdad. No estaban juntos, habían llegado por separado y todo tenía un porqué. Ella aseguraba tener pruebas de las infidelidades de él, pero él las negaba por encima de todo.

Claudia destapa las infidelidades de Javi

Pero lo cierto es que, al ver a Sandra, Claudia rompía a llorar como nunca antes. No ha podido evitar las lágrimas y desahogarse con la presentadora: “Me ha destrozado. Me ha engañado mucho, muchísimo”.

Nada más verse, Javi se levantaba para saludarla pero ella le negaba el saludo: “No se te ocurra tocarme”, le decía muy afectada. Instantes después le pedía que le mirara a la cara y le decía lo que sentía hacia él después de lo que había ocurrido: “No he visto a persona más mala en mi vida. Eres un sinvergüenza”.

Pero él se mantenía firme y defendía una vez más su inocencia: “Eres tú la sinvergüenza, después de un año y medio, que tú digas esto… Es mentira. Tienes muy poca vergüenza. No te creo, tus lágrimas ya no me las creo”.

La discusión continuaba y la tensión entre ellos era cada vez mayor: “Tú has intentado limpiarte tu culo ahora para ensuciar el mío”, le reprochaba Javi a Claudia. “Hasta hace tres días iba a venir aquí contigo de la mano”, le recordaba ella.

Javi se defiende ante Sandra Barneda

De pronto, Javi decidía cortar su conversación con Claudia para dirigirse directamente a la presentadora: “Sandra, lo sabe. Se me parte el alma de verla así, pero que esté diciendo que yo le he puesto los cuernos es una barbaridad”.

Pasaban los minutos pero sus versiones no podían ser más opuestas y encontrar una solución se convertía en misión posible. Sandra les despedía pero no había opción de que lo hicieran entre ellos: "No puedo, no te quiero ver más en la vida, Javi".