Jesús, el joven del Barça al que un bético lleva 10 años regalando la entrada del Betis-Barcelona

  • Jesús y Javi se conocieron en un partido y entre bromas y goles acabaron siendo amigos

  • Desde entonces se ven una vez al año, el día en el que el Barcelona juega contra el Betis en Sevilla

  • Los otros 'Barças' del mundo

Desde hace casi una década el encuentro entre el Betis y el Barcelona esconde una historia de amistad que nada tiene que ver con los colores. La historia de un bético, Javi González, que año tras año regala la entrada a Jesús, un joven seguidor del Barça, al que conoció por casualidad en la grada. Dos desconocidos que un día entraron al estadio siendo rivales y ahora son amigos.

Todo empezó durante la liga 2012-2013. Jesús tenía tan solo once años, una enfermedad rara que a día de hoy le mantiene en silla de ruedas y un sueño que estaba a punto de cumplir gracias a una fundación: conocer a Messi. Después de aquello, el día parecía que no podía mejorar... hasta que su padre apareció por sorpresa con dos entradas para ver el partido que el Barcelona jugaba esa misma tarde contra el Betis en Sevilla. Lo que Jesús no sabía es que lo mejor estaba aún por llegar.

Una vez dentro del campo, con su mochila del Barça colgada, Jesús y su padre se colocaron en la grada baja de Gol Norte, justo al lado de toda una familia de béticos, la de Javi González. "¿Tú que eres del Barça?", le preguntó en broma a Jesús, que no tardó en contarle su hazaña del día. "Acabo de conocer a Messi", le dijo. "Pues entonces te voy a dejar cantar los goles de tu equipo", le contestó Javi. No sabía entonces que el Barcelona estaba a punto de ganarle por dos tantos.

A pesar de la derrota, los dos se hicieron amigos aquella tarde y en medio del campo nació la promesa de un bético. Javi le juró que a partir de ese día le invitaría cada año a ver el partido que el Barcelona jugara contra el Betis en Sevilla. "Así te voy haciendo bético poco a poco", le dijo. Una promesa que sonaba a broma para los padres de Jesús... hasta que seis meses después de aquel encuentro les sonó el teléfono.

Promesa cumplida

"Hola, mañana a las ocho y media en el campo del Betis", dijo Javi muy serio. Al otro lado del teléfono, Reme, la madre de Jesús, no sabía ni cómo reaccionar. Pero por si acaso era verdad se plantaron en el Benito Villamarín a la hora indicada... Y allí estaba, de verdiblanco impoluta, toda la familia bética de Javi esperando al pequeño Jesús. 

"Yo me quedé todo el partido fuera del estadio sin moverme de la puerta", cuenta la madre de Jesús. Noventa minutos después, el Betis había vuelto a perder y Jesús salía del campo con una sonrisa que nada tenía que ver con el resultado. "Le habían traído hasta el bocadillo y le habían dado chuches", cuenta Reme... "¡Y me dejaron decir palabrotas!", añade su hijo.

Desde entonces, Javi no ha faltado a su promesa ni un solo año. "Cada vez que sale el calendario de la Liga, lo primero que miro es el partido contra el Barça", confiesa el bético, que empieza a organizarlo todo con la ayuda de su cuñado Carlos para conseguirle una entrada a Jesús. Incluso cuando el Betis descendió a Segunda División en 2014, Javi no faltó a su promesa y le llevó a ver el partido contra el Barça B.

"Son muy buenos", dice Jesús, que confiesa ser ahora un poco más bético. De hecho, cuenta ya en su armario con bufanda y hasta camisetas del Betis, una de ellas incluso firmada por todos los jugadores. Y aunque su corazón sigue siendo principalmente culé, ya no celebra tanto los goles contra el Betis. "Jesús es muy prudente", dice Javi, "cuando marca el Barça solo me da un poco con el codo".

De momento todas las victorias han caído del lado del Barcelona y al final de cada encuentro Javi siempre le hace la misma broma: "El año que viene no te traigo". Pero al año siguiente siempre vuelve a llamarle con una entrada en la mano. Partido a partido, los colores se han mezclado y estos dos rivales han convertido el Betis-Barça en una cita entre hermanos. 

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