La restauración de la Giralda de Sevilla continuará en sus cámaras interiores, rampas y campanas

Único, elegante e imperial, es todo un emblema característico de una ciudad que se identifica rápidamente al nombrar la Giralda de Sevilla. El monumento que destaca en el cielo de la capital andaluza ya luce con su exterior restaurado.

Los trabajos que se estaban llevando a cabo en la última de sus cuatro fachadas han finalizado. El andamiaje, por el que dos personas subieron de noche y sin autorización hace dos semanas, ha desaparecido por completo.

En 2017 se inició la restauración de sus distintas caras. Una minuciosa labor sobre la que el Cabildo de la Catedral de Sevilla ha informado recientemente para dar a conocer cuáles han sido las mejoras que se han hecho.

Gracias a ellas, han podido devolverle la autenticidad y el brillo a la Giralda, "la más singular representación de Sevilla". Así de claro ha sido el delegado de Administración y Patrimonio del Cabildo, Francisco Román Castro.

Primero, ha recordado que "el paso del tiempo, la climatología y otros muchos factores influyen en la degradación del patrimonio, que debe ser intervenido". Por eso, hace nueve años se decidió actuar en una infraestructura que no se restauraba íntegramente "desde 1988".

Con "unas posibilidades técnicas que antes no existían", los especialistas han podido recuperar algunos aspectos de la imagen del monumento que "sólo los constructores pudieron contemplar" tras levantarlo.

Eduardo Martínez Moya, arquitecto de la Giralda, ha explicado que "había elementos sueltos" que debían reintegrarse. Al igual que otros "dañados", como aquellos que se colocaron "tras el terremoto de Lisboa de 1756".

Se han podido "rematar" para su cerramiento completo, especialmente en la cara norte, la última restaurada. Por otro lado, se ha "mejorado la instalación del pararrayos con cuatro líneas de descarga" unidas.

Así se ha consolidado su estructura y su protección "como nunca antes" se había hecho. Las labores han incluido la limpieza de las distintas partes que componen las fachadas para dotarlas de mayor esplendor.

Además, se han recuperado elementos decorativos que casi ni se veían. La torre almohade, de más de 100 metros de altura, representa en su conjunto diferentes estilos arquitectónicos. Son reflejo de las culturas que pasaron por la hoy capital de Andalucía.

Después de todo este proceso, llega el turno al interior de la Giralda. Desde el Cabildo han avanzado que también se restaurará, aunque todavía no haya presupuesto fijado para el proyecto. Sí se sabe lo que se hará.

En concreto, los restauradores trabajarán en las rampas y cámaras interiores del monumento. Así como en el cuerpo de las campanas y de las azucenas que lo coronan. Sobre todo, es importante intervenir en las estructuras metálicas.

Esas que han perdido capacidad para sostener las campanas. Ya en 2021 tuvieron que actuar de forma puntual, pero urgente, por la peligrosidad que observaron, en particular en la de Santa María la Mayor.

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