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Aparecen las espadas del torero Manuel Escribano justo a tiempo para Pamplona tras el robo: "Las han tirado a mi casa de nuevo"

El diestro Manuel Escribano durante una corrida de toros
El diestro Manuel Escribano durante una corrida de toros. Redacción
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SevillaFinal feliz para el diestro sevillano Manuel Escribano quien el pasado fin de semana denunció públicamente la desaparición de sus espadas de entrenamiento: "han aparecido, gracias por el cariño recibido", afirma el torero.

Los hecho ocurrieron el viernes 11 de julio cuando Escribano disfrutaba de un pequeño descanso en casa en plena temporada taurina. Sus espadas de entrenamiento (la de ayuda y la de entrar a matar) estaban guardadas junto a otros enseres (capotes y banderillas) en el maletero de su vehículo, de donde fueron sustraídas: "no tocaron nada más, solo las espadas", confirmaba el torero.

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De vuelta a casa

"Las han tirado a mi casa de nuevo", asegura el torero que ha agradecido las muestras de cariño y la ayuda recibida durante estos días. Porque las espadas resultan ser de un incalculable valor sentimental para su dueño, ya que lleva 20 años trabajando y entrenando con ellas: "nadie que no fuera yo podría utilizarlas", explicaba hace unos días.

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Un misterio casi resuelto, porque se desconoce aún quién o quiénes han sido los artífices de este robo por horas. Pero lo importante es que han llegado a tiempo para celebrar esta tarde una de las citas más importantes del diestro de esta temporada, la corrida de San Fermín que compartirá en Pamplona con Damián Castaño y Jesús Enrique Colombo.